Andrés Manuel López Obrador va con todo en su intento para reforzar las acciones de resistencia civil pacífica en las próximas semanas, cuando se discuta en el Congreso la reforma energética de Felipe Calderón.
Por lo pronto, mañanacomienza la “segunda etapa” de la estrategia, que incluye —en los próximos tres meses— el incremento de las brigadas de hombres y mujeres en defensa del petróleo, así como la realización de un plebiscito, referendo o consulta popular (después de que se dictamine la iniciativa).
“No se aceptará que se dictamine y menos que se vote una iniciativa de reforma energética si no se toma en cuenta la opinión del pueblo”, indicó.
López Obrador supervisará personalmente esos trabajos. Para ello recorrerá al menos dos veces el país en los próximos dos meses (mayo y junio), lo que incluye visitas a capitales, ciudades y municipios importantes.
El primer objetivo es duplicar el número de brigadistas, al pasar de 100 mil a 200 mil; el segundo es que esos simpatizantes entren en contacto con 2 millones de familias, a las que entregarán folletos, historietas, volantes y discos compactos. La consigna es que, “ante el cerco informativo, cada uno de nosotros será un medio de comunicación”.
Este mismo lunes los integrantes de las brigadas en defensa del petróleo reanudarán su recorrido por colonias, barrios, comunidades y pueblos del país para informar a la gente las razones y argumentos contra la propuesta de reforma energética.
Desde la casa de campaña del ex candidato presidencial, ubicada en las calles de Córdoba y San Luis, en la capital del país, salen todos los días paquetes con esa información, además de videos e historietas. El propósito de los brigadistas es llevarla, en principio, a los hogares del Distrito Federal y municipios conurbados del Estado de México.
Mientras tanto, López Obrador iniciará un nuevo recorrido por el país. El martes estará en Cancún, Quintana Roo, y Mérida, Yucatán; el miércoles, en Villahermosa, Tabasco, y Campeche; el jueves, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y Coatzacoalcos, Veracruz; el viernes, en la Paz, Baja California Sur, y Tijuana, Baja California; el sábado en el Distrito Federal, y el domingo en Zacatecas y Aguascalientes.
¿Influyó Halliburton en 2006?
Mientras tanto, en internet también se libra la batalla, pues ahí continúa la guerra de declaraciones, informaciones, versiones y señalamientos a favor y en contra de la iniciativa de Calderón.
Entre los mensajes que circulan por la red destaca un fragmento de un noticiario de Telemundo. Ahí se hace referencia a una página de internet (AllterNet) de Estados Unidos, en la que se cuestiona si la empresa petrolera Halliburton “se robó la elección en México”.
El autor, David Graw, asegura que Calderón va a privatizar el petróleo mexicano y luego transferirá los recursos naturales de su país a las grandes corporaciones extranjeras. Esto, añade, coincide con el mayor descubrimiento de petróleo en el Golfo de México por parte de las grandes compañías de Estados Unidos.
En otro importante noticiario, el crítico de la globalización Jonh Ross asegura que las transnacionales estadunidenses tuvieron un papel importante en la elección mexicana de 2006, en especial Halliburton, porque —dice Ross— esta empresa quiere una buena parte del pastel energético de México.
En el mismo noticiario de Telemundo se entrevista a Miguel Tinker Salas, profesor de historia y estudios latinoamericanos de Pomona, quien expone: “sabemos concretamente que las trasnacionales estadunidenses han estado interesadas en adquirir Pemex, incluso antes de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”.
El especialista añade: “es claro que este tema está sobre la mesa y que el PAN y algunos sectores de ese partido han planteado privatizar la paraestatal, aunque enfrentan muchos retos, particularmente el movimiento social que surgió a partir de la elección presidencial de 2006”. Refiere que esta oposición “podría limitar la capacidad de operación hacia la venta, aunque ésta se podría dar en partes”.
Tinker Salas acepta que es difícil probar que las transnacionales influyeron en la elección de 2006, “pero sí es claro que el sector empresarial mexicano hizo el papel por ellas, porque México es una pieza fundamental para Estados Unidos, de ahí que Jonh Dimitri Negroponte (ex embajador aquí) haya dicho que la de este país era la elección más importante de ese año, por encima de Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú y Nicaragua”.
Más botellas cibernéticas
Otro mensaje de esta guerra cibernática está firmado por José de Jesús Abizaid: “Querida adelita: si te sientes muy letrada, dime entonces qué propone el FAP. Menciona a los países que supuestamente extraen petróleo con participación privada. No nos merecemos esto”.
En otro mensaje: “No queremos pleitos ni divisiones. Yo sí creo en la reforma energética (...) Deberían hacer una encuesta para que se sepa qué es lo que piensan la mayoría de ustedes” (simpatizantes de López Obrador).
Con este complejo panorama se entrará de lleno a la segunda etapa de la resistencia, lo que incluye el proceso legislativo para debatir la reforma.
De acuerdo con los tiempos propuestos por el Senado, la discusión de la reforma energética comenzará el próximo 13 de mayo y durará 71 días.
Por lo pronto, mañanacomienza la “segunda etapa” de la estrategia, que incluye —en los próximos tres meses— el incremento de las brigadas de hombres y mujeres en defensa del petróleo, así como la realización de un plebiscito, referendo o consulta popular (después de que se dictamine la iniciativa).
“No se aceptará que se dictamine y menos que se vote una iniciativa de reforma energética si no se toma en cuenta la opinión del pueblo”, indicó.
López Obrador supervisará personalmente esos trabajos. Para ello recorrerá al menos dos veces el país en los próximos dos meses (mayo y junio), lo que incluye visitas a capitales, ciudades y municipios importantes.
El primer objetivo es duplicar el número de brigadistas, al pasar de 100 mil a 200 mil; el segundo es que esos simpatizantes entren en contacto con 2 millones de familias, a las que entregarán folletos, historietas, volantes y discos compactos. La consigna es que, “ante el cerco informativo, cada uno de nosotros será un medio de comunicación”.
Este mismo lunes los integrantes de las brigadas en defensa del petróleo reanudarán su recorrido por colonias, barrios, comunidades y pueblos del país para informar a la gente las razones y argumentos contra la propuesta de reforma energética.
Desde la casa de campaña del ex candidato presidencial, ubicada en las calles de Córdoba y San Luis, en la capital del país, salen todos los días paquetes con esa información, además de videos e historietas. El propósito de los brigadistas es llevarla, en principio, a los hogares del Distrito Federal y municipios conurbados del Estado de México.
Mientras tanto, López Obrador iniciará un nuevo recorrido por el país. El martes estará en Cancún, Quintana Roo, y Mérida, Yucatán; el miércoles, en Villahermosa, Tabasco, y Campeche; el jueves, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y Coatzacoalcos, Veracruz; el viernes, en la Paz, Baja California Sur, y Tijuana, Baja California; el sábado en el Distrito Federal, y el domingo en Zacatecas y Aguascalientes.
¿Influyó Halliburton en 2006?
Mientras tanto, en internet también se libra la batalla, pues ahí continúa la guerra de declaraciones, informaciones, versiones y señalamientos a favor y en contra de la iniciativa de Calderón.
Entre los mensajes que circulan por la red destaca un fragmento de un noticiario de Telemundo. Ahí se hace referencia a una página de internet (AllterNet) de Estados Unidos, en la que se cuestiona si la empresa petrolera Halliburton “se robó la elección en México”.
El autor, David Graw, asegura que Calderón va a privatizar el petróleo mexicano y luego transferirá los recursos naturales de su país a las grandes corporaciones extranjeras. Esto, añade, coincide con el mayor descubrimiento de petróleo en el Golfo de México por parte de las grandes compañías de Estados Unidos.
En otro importante noticiario, el crítico de la globalización Jonh Ross asegura que las transnacionales estadunidenses tuvieron un papel importante en la elección mexicana de 2006, en especial Halliburton, porque —dice Ross— esta empresa quiere una buena parte del pastel energético de México.
En el mismo noticiario de Telemundo se entrevista a Miguel Tinker Salas, profesor de historia y estudios latinoamericanos de Pomona, quien expone: “sabemos concretamente que las trasnacionales estadunidenses han estado interesadas en adquirir Pemex, incluso antes de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”.
El especialista añade: “es claro que este tema está sobre la mesa y que el PAN y algunos sectores de ese partido han planteado privatizar la paraestatal, aunque enfrentan muchos retos, particularmente el movimiento social que surgió a partir de la elección presidencial de 2006”. Refiere que esta oposición “podría limitar la capacidad de operación hacia la venta, aunque ésta se podría dar en partes”.
Tinker Salas acepta que es difícil probar que las transnacionales influyeron en la elección de 2006, “pero sí es claro que el sector empresarial mexicano hizo el papel por ellas, porque México es una pieza fundamental para Estados Unidos, de ahí que Jonh Dimitri Negroponte (ex embajador aquí) haya dicho que la de este país era la elección más importante de ese año, por encima de Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú y Nicaragua”.
Más botellas cibernéticas
Otro mensaje de esta guerra cibernática está firmado por José de Jesús Abizaid: “Querida adelita: si te sientes muy letrada, dime entonces qué propone el FAP. Menciona a los países que supuestamente extraen petróleo con participación privada. No nos merecemos esto”.
En otro mensaje: “No queremos pleitos ni divisiones. Yo sí creo en la reforma energética (...) Deberían hacer una encuesta para que se sepa qué es lo que piensan la mayoría de ustedes” (simpatizantes de López Obrador).
Con este complejo panorama se entrará de lleno a la segunda etapa de la resistencia, lo que incluye el proceso legislativo para debatir la reforma.
De acuerdo con los tiempos propuestos por el Senado, la discusión de la reforma energética comenzará el próximo 13 de mayo y durará 71 días.
Nota de Heliodoro Cárdenas, Milenio, 4 de mayo.
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