‘Maras’ siembran el terror en la frontera sur

EL SACRIFICIO, Guatemala.— Pandilleros de la Mara Salvatrucha controlan esta región fronteriza entre México y Guatemala, para asegurar el tráfico de migrantes y el trasiego de droga y armas hacia el municipio de Candelaria, Campeche, por caminos y senderos resguardados por hombres armados, denunciaron autoridades guatemaltecas.

“La zona del Petén ha sido blindada por mareros que a bordo de motocicletas y camionetas todo terreno resguardan caminos y brechas de la zona selvática”, dijo Adán Segura Aguilar, alcalde auxiliar del caserío Estrella del Norte, municipio de San Andrés, departamento guatemalteco de El Petén.

Prácticamente, la región es calificada por lugareños y autoridades como una zona roja, debido a la intensa actividad generada por las bandas de polleros y los contrabandistas de droga y armas, así como por las numerosas casas de seguridad que operan como almacenes de migrantes que esperan cruzar a territorio mexicano.

En ello coincidieron los alcaldes auxiliares Segura Aguilar; Antonio García, de El Reloj, y Agustín Teletor, de El Sacrificio, tres caseríos del municipio guatemalteco de San Andrés, aledaños a la frontera con el estado mexicano de Campeche.

Segura Aguilar dijo que los maras han sembrado el miedo entre los pobladores guatemaltecos de las 10 comunidades ubicadas cerca de la franja fronteriza con México, en especial, a quienes habitan cerca de El Sacrificio, desde donde operan los pandilleros.

El funcionario aseguró que desde hace tiempo hombres armados con rifles de alto poder y vinculados con el cártel del Golfo llegaban al caserío de Estrella del Norte, ubicado a menos de un kilómetro de la línea fronteriza con México, para advertir a los pobladores que se alejaran del lugar porque era su centro de operaciones. A pesar de las amenazas, los habitantes continuaron viviendo en la zona.

Acciones contra migrantes

Debido a ausencia total de policías guatemaltecos y lo intrincado de la selva de El Petén, que les brinda protección, los narcotraficantes pretenden mantener limpia la región de indocumentados.

Estos grupos consideran que los migrantes calientan la zona y ponen en riesgo las operaciones para el bombardeo de drogas o su trasiego en cargamentos que llegan desde Centroamérica para el cártel del Golfo. Por eso, en esa región se registran muchas ejecuciones y hay cementerios clandestinos.

El hondureño José Luis Villegas narró que el grupo con el que viajaba a través de la selva de El Petén hacia el caserío de El Sacrificio, para ingresar como indocumentado a México por el municipio de Candelaria, fue copado por un grupo que los despojó de su dinero y pertenencias para luego golpearlos de manera despiadada.

Piden militarizar la frontera

Los alcaldes de los caseríos guatemaltecos de Estrella del Norte, El Reloj y El Sacrificio solicitaron la intervención del presidente Felipe Calderón, para disminuir la actividad criminal en esa región, además de proponer la militarización de la frontera y la instalación de garitas migratorias para regular el paso fronterizo.

Al norte del municipio de Candelaria operan retenes de inspección carretera con soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y se localizan algunos campamentos militares, pero en el sur, la presencia del Ejército es nula desde que, por órdenes superiores, fueron retiradas las brigadas que operaban en las comunidades de Miguel Hidalgo y La Tolva, a cinco kilómetros del límite con Guatemala.

El retiro de esos campamentos fue aprovechado por los traficantes, que actualmente pasan la frontera sin problemas con su carga humana, o de armas y drogas, a bordo de vehículos todo terreno, que en la madrugada vienen y van a través de la frontera, según los lugareños.

Nota de Francisco Ynurreta y José Valencia, El Universal, 10 de mayo.



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