Agentes del Ministerio Público federal adscritos a la SIEDO denunciaron ante el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, que se cometen irregularidades administrativas para cesarlos como parte de la Operación Limpieza.
En un texto dirigido al titular de la dependencia, señalaron que han sido “amenazados” con investigaciones penales si no presentan su renuncia de manera voluntaria, y responsabilizaron a Irving Barrios Mújica, a quien identifican como personaje cercano a Marisela Morales Ibáñez, titular de la SIEDO.
Estas inconformidades ya fueron presentadas también a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dependencia que abrió un expediente sobre el caso.
Una de las misivas está firmada por Crescencio Pérez Jiménez, agente del Ministerio Público federal adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud. Durante un año, el agente fungió como fiscal y coordinador de área y fue responsable de integrar diversos casos relacionados contra miembros de los cárteles del narcotráfico que en ese momento enfrentaban un proceso penal.
El servidor público fue víctima de un atentado por las investigaciones que realizó y le fue retirada su escolta. También fue degradado por no firmar su renuncia, lo que propició que lo habilitaran como agente del Ministerio Público federal y le bajaran el sueldo.
Pérez Jiménez fue enviado al área de Robo de Vehículos y posteriormente lo obligaron a tomar vacaciones de “manera forzosa”.
Ahora se le relaciona con El Gordo Moy, líder de Los Halcones, del cártel del Golfo, en Quintana Roo, además de Heriberto Lazcano, cabeza de Los Zetas en Tamaulipas.
Por ello le fue girado un oficio de presentación, que recibió en las instalaciones de la SIEDO, el pasado 16 de diciembre.
“Se me notificó a las 19:05 horas y pretendían decretar una detención material por caso urgente, por lo que queda acreditado el dolo, la ilegalidad y la mala fe con la que pretenden imputarme delitos creados por Irving Barrios Mújica, quien ofrece dinero a testigos protegidos para afectar a personas que no son de su agrado.”
En un texto dirigido al titular de la dependencia, señalaron que han sido “amenazados” con investigaciones penales si no presentan su renuncia de manera voluntaria, y responsabilizaron a Irving Barrios Mújica, a quien identifican como personaje cercano a Marisela Morales Ibáñez, titular de la SIEDO.
Estas inconformidades ya fueron presentadas también a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dependencia que abrió un expediente sobre el caso.
Una de las misivas está firmada por Crescencio Pérez Jiménez, agente del Ministerio Público federal adscrito a la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud. Durante un año, el agente fungió como fiscal y coordinador de área y fue responsable de integrar diversos casos relacionados contra miembros de los cárteles del narcotráfico que en ese momento enfrentaban un proceso penal.
El servidor público fue víctima de un atentado por las investigaciones que realizó y le fue retirada su escolta. También fue degradado por no firmar su renuncia, lo que propició que lo habilitaran como agente del Ministerio Público federal y le bajaran el sueldo.
Pérez Jiménez fue enviado al área de Robo de Vehículos y posteriormente lo obligaron a tomar vacaciones de “manera forzosa”.
Ahora se le relaciona con El Gordo Moy, líder de Los Halcones, del cártel del Golfo, en Quintana Roo, además de Heriberto Lazcano, cabeza de Los Zetas en Tamaulipas.
Por ello le fue girado un oficio de presentación, que recibió en las instalaciones de la SIEDO, el pasado 16 de diciembre.
“Se me notificó a las 19:05 horas y pretendían decretar una detención material por caso urgente, por lo que queda acreditado el dolo, la ilegalidad y la mala fe con la que pretenden imputarme delitos creados por Irving Barrios Mújica, quien ofrece dinero a testigos protegidos para afectar a personas que no son de su agrado.”
Rubén Mosso, Milenio, 19 de diciembre.
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