El presidente Felipe Calderón encargó anoche a líderes sociales y políticos vencer la apatía y desidia propias de un escenario de guerra contra el crimen organizado.
Calderón había reconocido que la lógica criminal rebasó la esfera de los ataques "entre sí" que protagonizan los grupos criminales y ahora la amenaza pende sobre el patrimonio y la integridad de las personas.
Por añadidura, aportó datos que reflejan "incrementos preocupante en delitos", sobre todo el del robo que, indicó, representa el 80 por ciento de las fechorías.
Acompañado por su esposa, Margarita Zavala, Calderón desahogó una primera etapa del diálogo que para apuntalar una política de Estado convocó días antes de la jornada electoral del domingo 4 de julio, a raíz de la ejecución del candidato tamaulipeco Rodolfo Torre Cantú.
"Es fundamental vencer la apatía, (...) la indolencia, la desidia, la irresponsabilidad (e) incluso el sentido de derrota misma, desamparo o desánimo que muchas veces campea en algunas partes o regiones, quizá por entendibles razones. Pero es importante que los liderazgos sociales y políticos -y quienes tenemos alguna responsabilidad con el país-, no permitamos que una sociedad como la nuestra (...) se sienta ni remotamente ni derrotada ni frustrada", planteó.
Unos 25 representantes de organizaciones no gubernamentales y de las cúpulas empresariales concurrieron al ejercicio de diálogo con el Mandatario, que esta misma mañana proseguirá, con el testimonio de la prensa, con líderes de opinión, académicos y especialistas en el Casino del Campo Militar Marte.
Para Calderón, es posible vencer a la criminalidad si los mexicanos cierran filas y encaran unidos los embates de la delincuencia, aun y cuando la cosa "no va ser fácil, no lo ha sido, y no lo está siendo", pues se trata de un "desafío descomunal que ha implicado y seguirá implicando enormes sacrificios de la sociedad".
En esa tesitura, el Presidente sugirió dar forma a "una nueva etapa, más profunda, de compromisos concretos y de exigencia clara a todas las autoridades de su cumplimiento y de seguimiento cercano de lo realizado para ello".
Calderón dijo entonces que es menester dar cuerpo a una política de Estado en materia de seguridad, en razón de que ésta última puede ni debe ser sólo una política del Gobierno en turno, o de uno sólo de los órdenes.
Por lo pronto, el Mandatario consideró que esta política debe trascender este Gobierno y comprometer a todos en un ámbito en el que se respire paz y tranquilidad.
Calderón había reconocido que la lógica criminal rebasó la esfera de los ataques "entre sí" que protagonizan los grupos criminales y ahora la amenaza pende sobre el patrimonio y la integridad de las personas.
Por añadidura, aportó datos que reflejan "incrementos preocupante en delitos", sobre todo el del robo que, indicó, representa el 80 por ciento de las fechorías.
Acompañado por su esposa, Margarita Zavala, Calderón desahogó una primera etapa del diálogo que para apuntalar una política de Estado convocó días antes de la jornada electoral del domingo 4 de julio, a raíz de la ejecución del candidato tamaulipeco Rodolfo Torre Cantú.
"Es fundamental vencer la apatía, (...) la indolencia, la desidia, la irresponsabilidad (e) incluso el sentido de derrota misma, desamparo o desánimo que muchas veces campea en algunas partes o regiones, quizá por entendibles razones. Pero es importante que los liderazgos sociales y políticos -y quienes tenemos alguna responsabilidad con el país-, no permitamos que una sociedad como la nuestra (...) se sienta ni remotamente ni derrotada ni frustrada", planteó.
Unos 25 representantes de organizaciones no gubernamentales y de las cúpulas empresariales concurrieron al ejercicio de diálogo con el Mandatario, que esta misma mañana proseguirá, con el testimonio de la prensa, con líderes de opinión, académicos y especialistas en el Casino del Campo Militar Marte.
Para Calderón, es posible vencer a la criminalidad si los mexicanos cierran filas y encaran unidos los embates de la delincuencia, aun y cuando la cosa "no va ser fácil, no lo ha sido, y no lo está siendo", pues se trata de un "desafío descomunal que ha implicado y seguirá implicando enormes sacrificios de la sociedad".
En esa tesitura, el Presidente sugirió dar forma a "una nueva etapa, más profunda, de compromisos concretos y de exigencia clara a todas las autoridades de su cumplimiento y de seguimiento cercano de lo realizado para ello".
Calderón dijo entonces que es menester dar cuerpo a una política de Estado en materia de seguridad, en razón de que ésta última puede ni debe ser sólo una política del Gobierno en turno, o de uno sólo de los órdenes.
Por lo pronto, el Mandatario consideró que esta política debe trascender este Gobierno y comprometer a todos en un ámbito en el que se respire paz y tranquilidad.
Mayolo López, Reforma, 3 de agosto.
0 Responses to "Pide Calderón vencer la apatía anticrimen"
Publicar un comentario