La presidenta chilena, Michelle Bachelet, reveló ayer que pidió a su par venezolano, Hugo Chávez, que entregue las pruebas que dice tener sobre la participación del jefe de la policía civil chilena, Arturo Herrera, en violaciones a los derechos humanos, durante la dictadura militar (1973-1990). Bachelet dijo que el planteamiento fue hecho a través de la nota de protesta que su gobierno entregó el viernes a la embajadora venezolana en Chile, Lourdes Urbaneja.
En el documento, según Bachelet se expresa la “sorpresa y preocupación por las declaraciones (de Chávez)”, al tiempo que se solicita que “de haber información, ésta sea entregada”. “Ésa es la manera como queremos irnos relacionando con todos los países, de una manera formal y oficial”, insistió la mandataria.
Agregó que en su país no existen antecedentes que otorguen credibilidad a las acusaciones. Chávez acusó a Herrera de participar durante la dictadura en la “exhumación ilegal, destrucción y desaparecimiento de los restos de 26 fusilados opositores al régimen, que fueron lanzados al mar en la operación llamada ‘Retiro de Televisores’”.
Tras los dichos de Chávez, la embajadora Urbaneja fue citada a la cancillería chilena, donde el director general subrogante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cristán Maquieira, le informó que, por orden, de Bachelet debía entregar la nota de reclamo.
La acusación del mandatario venezolano surgió luego de que Interpol, organismo que preside Herrera, emitiera un informe donde establece que Colombia no intervino en los computadores que fueron requisados a las FARC en el campamento donde murió Raúl Reyes y que involucran a Ecuador y Venezuela con la guerrilla.
El gobierno de Chile expresó su “absoluto” respaldo a Herrera, y negó todas las presuntas acusaciones de su participación en operaciones contra los derechos humanos en el régimen que comandó el fallecido dictador Augusto Pinochet.
En el documento, según Bachelet se expresa la “sorpresa y preocupación por las declaraciones (de Chávez)”, al tiempo que se solicita que “de haber información, ésta sea entregada”. “Ésa es la manera como queremos irnos relacionando con todos los países, de una manera formal y oficial”, insistió la mandataria.
Agregó que en su país no existen antecedentes que otorguen credibilidad a las acusaciones. Chávez acusó a Herrera de participar durante la dictadura en la “exhumación ilegal, destrucción y desaparecimiento de los restos de 26 fusilados opositores al régimen, que fueron lanzados al mar en la operación llamada ‘Retiro de Televisores’”.
Tras los dichos de Chávez, la embajadora Urbaneja fue citada a la cancillería chilena, donde el director general subrogante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Cristán Maquieira, le informó que, por orden, de Bachelet debía entregar la nota de reclamo.
La acusación del mandatario venezolano surgió luego de que Interpol, organismo que preside Herrera, emitiera un informe donde establece que Colombia no intervino en los computadores que fueron requisados a las FARC en el campamento donde murió Raúl Reyes y que involucran a Ecuador y Venezuela con la guerrilla.
El gobierno de Chile expresó su “absoluto” respaldo a Herrera, y negó todas las presuntas acusaciones de su participación en operaciones contra los derechos humanos en el régimen que comandó el fallecido dictador Augusto Pinochet.
Nota de DPA en Santiago, Milenio, 20 de mayo.
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