Uribe tiende la mano al nuevo jefe de FARC y le pide que abandone el terrorismo

El gobierno colombiano dijo ayer que tiene las puertas abiertas para el diálogo con el nuevo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Guillermo León Sánchez, alias Alfonso Cano.
El ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, declaró que se debe conocer primero la postura de Alfonso Cano, sucesor como comandante de las FARC de Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo, quien falleció el pasado 26 de marzo, según confirmó la guerrilla este domingo.
“Con la muerte de Marulanda hay una oportunidad. La puerta de la paz está abierta siempre y cuando la guerrilla quiera negociar de buena fe, y tenga la férrea voluntad de llegar a un acuerdo, dejando cualquier actividad terrorista”, declaró Santos.
Alfonso Cano, un antropólogo de 59 años al que se considera mas inclinado a una solución política que a un desenlace por las armas, no ha dado señales del rumbo que tomará al mando de las FARC, desde que se conoció el domingo que es el sucesor de Tirofijo.
“Hostigarlo... reducirlo”. En esta misma línea, el ministro del Interior y Justicia, Carlos Holguín, advirtió que “si Alfonso Cano quiere obstinarse en la guerra y en la criminalidad, como fue la actitud de Marulanda, está también la total decisión del gobierno, de las Fuerzas Armadas y de la Policía, de perseguirlo, hostigarlo y reducirlo”.
“Si [Cano] es tan amigo de la negociación, estamos listos a recibirlo cuando quiera, pero si quiere seguir en la criminalidad, vamos tras él pero rápido”, recalcó.
En caso de la apertura de negociaciones, el gobierno de Uribe ya ha advertido que no bajarán en ningún momento la guardia y que no se le dará la oportunidad de “tomar oxígeno” o rearmarse o tomar nuevas posiciones territoriales.
“Deponer las armas”. Desde Washington, el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, dijo que la muerte de Tirofijo es “otra oportunidad para las FARC de pasar página. Pueden volver una vez más a la violencia, al secuestro y al narcotráfico, o pueden intentar trabajar para la gente colombiana y deponer las armas”.

Cano ordenó fusilar a 40 guerrilleros
Un juez condenó ayer en ausencia a 40 años de prisión al nuevo jefe máximo de las FARC, Alfonso Cano, por el fusilamiento de guerrilleros “inconformes”, cuyos restos —al menos 40 cuerpos, con señales de tortura— aparecieron en once fosas desenterradas en 1991. Se trata de la segunda condena al nuevo comandante de las FARC impartida ayer. Unas horas antes el Tribunal Superior de Antioquia impuso una sentencia similar a la cúpula de las FARC, incluidos Cano y el fallecido Tirofijo, por el secuestro, en 2002, y asesinato del gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria. En imagen de archivo, el actual líder de las FARC Alfonso Cano (izq.) junto al histórico jefe de la guerrilla Tirofijo, por cuyo cadáver el Ejército colombiano ofrece una recompensa a la persona que indique dónde fue enterrado. El general Mario Montoya recordó que el gobierno de Uribe ofrecería hasta 2.5 mdd por la información.
Agencias en Bogotá, Crónica, 28 de mayo.

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