El Instituto Nacional de Migración (INM) puso en marcha un proyecto para blindar los accesos a México a través de la detección de pasaportes falsos en puertos aéreos, marítimos y en los cruces fronterizos del norte y sur, para tener un mayor control sobre quiénes ingresan al país —mediante el registro de huellas dactilares e imágenes—, y como medida para evitar el tráfico de personas, drogas, armas y hasta una amenaza terrorista.
Ayer inició operaciones el primer Laboratorio de Verificación y Análisis de Documentos Migratorios, de los cuales existirán otros 60 más en todo el territorio nacional, que representan la primera inversión concreta de los recursos de la Iniciativa Mérida para combatir el crimen organizado, ya que de los 197 millones 175 mil dólares liberados en la primera etapa, 22 millones de dólares se destinaron al INM.
La Comisionada del INM, Cecilia Romero, al inaugurar el laboratorio indicó que esta es una medida que permitirá “atacar en conjunto el problema de la falta de seguridad, de la amenaza del trafico de personas, de la amenaza del trafico de drogas, y eventualmente también la amenaza terrorista”.
Aseguró que para México “es necesario contar con tecnología de punta a través de la cual podemos detectar precisamente esas incursiones ilegales al país, que vulneran nuestra seguridad”.
Romero detalló que a partir de la detección de esta documentación las autoridades migratorias podrán tener “una base da datos de nombres, imágenes, de huellas dactilares para que el ingreso, la estancia, el tránsito y la salida de nuestro país sea por supuesto simple, sencilla y segura, esta combinación es posible”.
Al acto asistió Antonio Garza, embajador de Estados Unidos en México, quien detalló que “el INM identificó lo que necesitaba para mejorar sus capacidades de control de documentos, y desde entonces hemos trabajado para contar con la mejor tecnología”.
Adelantó que “este laboratorio será el modelo para otros 60 centros y cuando todos estén interconectados serán una herramienta esencial.
Con esta red de laboratorios, se podrá verificar la autenticidad de un pasaporte en los más de 50 puntos de internación aéreos, en los cruces de las fronteras norte y sur, así como en los puertos marítimos. Los funcionarios contarán con lectores portátiles para revisar los pasaportes.
Ayer inició operaciones el primer Laboratorio de Verificación y Análisis de Documentos Migratorios, de los cuales existirán otros 60 más en todo el territorio nacional, que representan la primera inversión concreta de los recursos de la Iniciativa Mérida para combatir el crimen organizado, ya que de los 197 millones 175 mil dólares liberados en la primera etapa, 22 millones de dólares se destinaron al INM.
La Comisionada del INM, Cecilia Romero, al inaugurar el laboratorio indicó que esta es una medida que permitirá “atacar en conjunto el problema de la falta de seguridad, de la amenaza del trafico de personas, de la amenaza del trafico de drogas, y eventualmente también la amenaza terrorista”.
Aseguró que para México “es necesario contar con tecnología de punta a través de la cual podemos detectar precisamente esas incursiones ilegales al país, que vulneran nuestra seguridad”.
Romero detalló que a partir de la detección de esta documentación las autoridades migratorias podrán tener “una base da datos de nombres, imágenes, de huellas dactilares para que el ingreso, la estancia, el tránsito y la salida de nuestro país sea por supuesto simple, sencilla y segura, esta combinación es posible”.
Al acto asistió Antonio Garza, embajador de Estados Unidos en México, quien detalló que “el INM identificó lo que necesitaba para mejorar sus capacidades de control de documentos, y desde entonces hemos trabajado para contar con la mejor tecnología”.
Adelantó que “este laboratorio será el modelo para otros 60 centros y cuando todos estén interconectados serán una herramienta esencial.
Con esta red de laboratorios, se podrá verificar la autenticidad de un pasaporte en los más de 50 puntos de internación aéreos, en los cruces de las fronteras norte y sur, así como en los puertos marítimos. Los funcionarios contarán con lectores portátiles para revisar los pasaportes.
Silvia Otero, EL Universal, 18 de diciembre.
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