Niños convocados por la Unicef y el DIF para dibujar su experiencia con el fenómeno migratorio reflejan el grado de peligro que enfrentan al cruzar la frontera, así como el abandono y tristeza que les causa la partida de un padre o un primo con el que jugaban futbol y hasta su experiencia en prisión, en el caso de un adolescente de 16 años de Tijuana, Baja California.
"Le diría que lo quiero y que cuándo va a regresar, que se cuide, que le eche ganas y que le mando muchos besos", escribió una niña en el texto que acompaña su dibujo sobre el día que emigró su padre.
La menor, de 7 años, relató en el escrito que su papá se fue a Estados Unidos a vivir con un tío tras perder su empleo de policía porque tomaba mucho.
Un adolescente de 16 años plasmó el camino que recorrió desde Tijuana, su ciudad natal, a Estados Unidos, el cual retrató con dos cerros, tres migrantes y bardas fronterizas.
"Nosotros íbamos caminando en el cerro, como a las tres de la mañana, íbamos por una vía del tren y luego cruzamos bardas y montañas. Los tubos tenían picos, te podías cortar, tenías que poner la escalera pa' bajarte, había mucho frío", narró en el texto de su dibujo, trazado con crayolas.
"La gente se quedaba en el cerro, no podía caminar", continuó, "teníamos que esperar por ellos, descansábamos y luego teníamos que estar caminando más".
Una mujer andando sola con una mochila en la espalda, pintada en uno de los trabajos, representó la migración femenil, cuyo autor es un niño de 11 años orginario de Tlalnepantla, Estado de México.
El texto que complementó su obra dice que hay lugares donde emigran más las mujeres que los hombres.
"Yo pienso que eso no está bien, que debería haber más trabajo para las personas y mejores oportunidades para los que quieren estudiar", opinó.
La vivencia de estar en prisión tras ser detenido por la autoridad migratoria de Estados Unidos también fue trazada por un menor de 16 años de edad, quien pasó cinco meses encarcelado antes de su repatriación.
"Estar en la cárcel no es bonito; se siente feo: estás encerrado todo el día, comes lo mismo todos los días. No es bonito estar en la cárcel, mucho menos para los niños. Hasta que llegó el día en que me deportaron", indicó.
El adolescente, originario de Tijuana, dibujó una ciudad de California en la cual, según relató, se vive, trabaja y estudia bien.
Un infante de 11 años representó a su primo en medio de dos corazones rotos para simbolizar la tristeza que le causó su partida.
"A él le gusta jugar futbol y lo extraño mucho, se fue porque le dijo su mamá que se fuera para allá, allá también vive su papá y se fue a estudiar, si me pudiera escuchar le diría que lo extraño", señaló en el relato adjunto.
Estos dibujos son parte de un trabajo colectivo llamado "Desde la Voz de la Infancia", que buscó reunir la visión infantil sobre la migración.
El trabajo de la Unicef, el DIF y la organización civil Participando Ando reúne pinturas, dibujos, fotografías y mantas y fue expuesto sólo dos días, el 22 y 23 de octubre, como parte de la Semana Nacional de Migración.
REFORMA solicitó los dibujos para presentarlos en esta edición.
De frente al riesgo
Los dibujos de niños que cruzaron la frontera y luego fueron deportados.
EL RÍO. Yessenia, de 13 años, dibujó a cuatro mexicanos cruzando el río Bravo mientras un policía trata de detenerlos.
EL DESIERTO. Norberta dibujó las miradas de alerta y de miedo que vio en los rostros de quienes la acompañaron cruzando el desierto.
EL MURO. Édgar recuerda que los tubos de las bardas que cruzaron tenían picos con los que se podía cortar.
EL CAOS. Este es el dibujo de Alejandro, quien estuvo en California y luego pasó cinco meses en la cárcel antes de ser deportado.
Añoranzas
Después de verlos partir, niños dibujaron el sentimiento que les causa la ausencia de algún familiar.
UN PADRE. De una niña de 7 años cuyo padre emigró a EU porque perdió su empleo como policía.
LAS MUJERES. Juan Ramón escribió en el texto que acompaña su dibujo que le preocupa la migración de las mujeres.
UN PRIMO. Uriel dibujó a un primo con el que jugaba futbol; puso también el auto en el que se fue.
"Le diría que lo quiero y que cuándo va a regresar, que se cuide, que le eche ganas y que le mando muchos besos", escribió una niña en el texto que acompaña su dibujo sobre el día que emigró su padre.
La menor, de 7 años, relató en el escrito que su papá se fue a Estados Unidos a vivir con un tío tras perder su empleo de policía porque tomaba mucho.
Un adolescente de 16 años plasmó el camino que recorrió desde Tijuana, su ciudad natal, a Estados Unidos, el cual retrató con dos cerros, tres migrantes y bardas fronterizas.
"Nosotros íbamos caminando en el cerro, como a las tres de la mañana, íbamos por una vía del tren y luego cruzamos bardas y montañas. Los tubos tenían picos, te podías cortar, tenías que poner la escalera pa' bajarte, había mucho frío", narró en el texto de su dibujo, trazado con crayolas.
"La gente se quedaba en el cerro, no podía caminar", continuó, "teníamos que esperar por ellos, descansábamos y luego teníamos que estar caminando más".
Una mujer andando sola con una mochila en la espalda, pintada en uno de los trabajos, representó la migración femenil, cuyo autor es un niño de 11 años orginario de Tlalnepantla, Estado de México.
El texto que complementó su obra dice que hay lugares donde emigran más las mujeres que los hombres.
"Yo pienso que eso no está bien, que debería haber más trabajo para las personas y mejores oportunidades para los que quieren estudiar", opinó.
La vivencia de estar en prisión tras ser detenido por la autoridad migratoria de Estados Unidos también fue trazada por un menor de 16 años de edad, quien pasó cinco meses encarcelado antes de su repatriación.
"Estar en la cárcel no es bonito; se siente feo: estás encerrado todo el día, comes lo mismo todos los días. No es bonito estar en la cárcel, mucho menos para los niños. Hasta que llegó el día en que me deportaron", indicó.
El adolescente, originario de Tijuana, dibujó una ciudad de California en la cual, según relató, se vive, trabaja y estudia bien.
Un infante de 11 años representó a su primo en medio de dos corazones rotos para simbolizar la tristeza que le causó su partida.
"A él le gusta jugar futbol y lo extraño mucho, se fue porque le dijo su mamá que se fuera para allá, allá también vive su papá y se fue a estudiar, si me pudiera escuchar le diría que lo extraño", señaló en el relato adjunto.
Estos dibujos son parte de un trabajo colectivo llamado "Desde la Voz de la Infancia", que buscó reunir la visión infantil sobre la migración.
El trabajo de la Unicef, el DIF y la organización civil Participando Ando reúne pinturas, dibujos, fotografías y mantas y fue expuesto sólo dos días, el 22 y 23 de octubre, como parte de la Semana Nacional de Migración.
REFORMA solicitó los dibujos para presentarlos en esta edición.
De frente al riesgo
Los dibujos de niños que cruzaron la frontera y luego fueron deportados.
EL RÍO. Yessenia, de 13 años, dibujó a cuatro mexicanos cruzando el río Bravo mientras un policía trata de detenerlos.
EL DESIERTO. Norberta dibujó las miradas de alerta y de miedo que vio en los rostros de quienes la acompañaron cruzando el desierto.
EL MURO. Édgar recuerda que los tubos de las bardas que cruzaron tenían picos con los que se podía cortar.
EL CAOS. Este es el dibujo de Alejandro, quien estuvo en California y luego pasó cinco meses en la cárcel antes de ser deportado.
Añoranzas
Después de verlos partir, niños dibujaron el sentimiento que les causa la ausencia de algún familiar.
UN PADRE. De una niña de 7 años cuyo padre emigró a EU porque perdió su empleo como policía.
LAS MUJERES. Juan Ramón escribió en el texto que acompaña su dibujo que le preocupa la migración de las mujeres.
UN PRIMO. Uriel dibujó a un primo con el que jugaba futbol; puso también el auto en el que se fue.
Reforma, 2 de diciembre.
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