Con sus victorias de dos años a la fecha sobre los hombros, y la inequívoca sentencia de que cualquier decisión en materia legislativa del país pasa obligadamente por sus manos, el PRI, con sus casi mil de sus consejeros, se reunió ayer para hacer público su propio reto, que para la oposición pareció más bien una advertencia: "¡En 2009 vamos por todo…!".
Doce de los 18 gobernadores priistas, los líderes en las Cámaras de Diputados, Emilio Gamboa, y de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, los dirigentes sectoriales del tricolor, ex mandatarios estatales y la familia del PRI en general, aplaudió aquella convocatoria de su presidenta Beatriz Paredes Rangel.
El World Trade Center de esta capital fue el escenario que recibió a los priistas en ocasión de su 52 sesión ordinaria del Consejo Político Nacional.
Los gobernadores dividieron opiniones respecto al asunto de la pena de muerte, que avaló el Congreso estatal de Coahuila para los secuestradores que asesinen a sus victimas.
La única gobernadora del PRI, Ivonne Ortega, de Yucatán, con la espada desenvainada y para no dejar duda de su fama de "dura", no vaciló en otorgar su más amplio respaldo a aquella medida y al gobernador promotor Humberto Moreira: "¡Claro que estoy de acuerdo. Pena de muerte a los secuestradores!", exigió abriéndose paso para tratar de hacer menos patente su evidente retraso a la sesión del Consejo.
Mientras tanto, apresurados recorrían el amplio vestíbulo los otrora poderosos Augusto Gómez Villanueva, Gustavo Carvajal, Humberto Lugo Gil y Antonio Rivapalacio, por cuyos poros destila política pura, pero que hoy se encuentran empolvados y prácticamente en el semiolvido.
Pero otros que están lejos del olvido, también pasearon por los pasillos del WTC su experiencia política como Dulce María Sauri; Rodolfo Becerril y Óscar Levín Coppel, quien sirvió en el gobierno de Vicente Fox.
Un éxito, sin duda, la celebración de este Consejo Político, donde un PRI engallado, un PRI fortalecido, un PRI con presente y futuro, como lo definió la propia Beatriz Paredes, se declaró dispuesto a ganar todo en 2009.
Doce de los 18 gobernadores priistas, los líderes en las Cámaras de Diputados, Emilio Gamboa, y de Senadores, Manlio Fabio Beltrones, los dirigentes sectoriales del tricolor, ex mandatarios estatales y la familia del PRI en general, aplaudió aquella convocatoria de su presidenta Beatriz Paredes Rangel.
El World Trade Center de esta capital fue el escenario que recibió a los priistas en ocasión de su 52 sesión ordinaria del Consejo Político Nacional.
Los gobernadores dividieron opiniones respecto al asunto de la pena de muerte, que avaló el Congreso estatal de Coahuila para los secuestradores que asesinen a sus victimas.
La única gobernadora del PRI, Ivonne Ortega, de Yucatán, con la espada desenvainada y para no dejar duda de su fama de "dura", no vaciló en otorgar su más amplio respaldo a aquella medida y al gobernador promotor Humberto Moreira: "¡Claro que estoy de acuerdo. Pena de muerte a los secuestradores!", exigió abriéndose paso para tratar de hacer menos patente su evidente retraso a la sesión del Consejo.
Mientras tanto, apresurados recorrían el amplio vestíbulo los otrora poderosos Augusto Gómez Villanueva, Gustavo Carvajal, Humberto Lugo Gil y Antonio Rivapalacio, por cuyos poros destila política pura, pero que hoy se encuentran empolvados y prácticamente en el semiolvido.
Pero otros que están lejos del olvido, también pasearon por los pasillos del WTC su experiencia política como Dulce María Sauri; Rodolfo Becerril y Óscar Levín Coppel, quien sirvió en el gobierno de Vicente Fox.
Un éxito, sin duda, la celebración de este Consejo Político, donde un PRI engallado, un PRI fortalecido, un PRI con presente y futuro, como lo definió la propia Beatriz Paredes, se declaró dispuesto a ganar todo en 2009.
Luciano Franco, Crónica, 4 de diciembre.
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