El reacomodo de los cárteles de la droga sumado a las disputas de las plazas de Chihuahua, Baja California Norte y Sinaloa principalmente, para el trasiego de drogas prevé un 2009 más violento que el 2008 que dejó un saldo de 5,420 ejecutados, estimó el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Eduardo Medina Mora.
Advirtió que el número de decesos relacionados al crimen organizado y narcotráfico pueden observarse “alarmantes’’, pero “aún viene lo peor’’ porque las luchas intestinas de las organizaciones dedicadas al tráfico de droga, ante el embate del Estado que continuará con mayor fuerza el 2009, prevé que se incremente.
En charla con El Economista, Medina Mora, destacó que los asesinatos entre los cárteles del Golfo-Tijuana, Sinaloa, El Pacífico-Ciudad Juárez, son el principal detonante de la violencia en los estados que encabezan más de 60% de las ejecuciones en el país.
Dijo que el nivel de violencia y actos de barbarie de los grupos de sicarios que recrudecieron sus embates entre ellos mismos desde inicio de la actual administración de Felipe Calderón, se debe a pugnas por los puestos de mando e influencia, aun cuando han muerto unos 100 civiles por ello, reconoció.
Sin embargo, confío en que la “cresta de la violencia’’ llegue a su tope y permita observar una baja a fines del próximo año.
Advirtió que el número de decesos relacionados al crimen organizado y narcotráfico pueden observarse “alarmantes’’, pero “aún viene lo peor’’ porque las luchas intestinas de las organizaciones dedicadas al tráfico de droga, ante el embate del Estado que continuará con mayor fuerza el 2009, prevé que se incremente.
En charla con El Economista, Medina Mora, destacó que los asesinatos entre los cárteles del Golfo-Tijuana, Sinaloa, El Pacífico-Ciudad Juárez, son el principal detonante de la violencia en los estados que encabezan más de 60% de las ejecuciones en el país.
Dijo que el nivel de violencia y actos de barbarie de los grupos de sicarios que recrudecieron sus embates entre ellos mismos desde inicio de la actual administración de Felipe Calderón, se debe a pugnas por los puestos de mando e influencia, aun cuando han muerto unos 100 civiles por ello, reconoció.
Sin embargo, confío en que la “cresta de la violencia’’ llegue a su tope y permita observar una baja a fines del próximo año.
Rubén Torres, El Economista, 18 de diciembre.
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