En el mensaje que pronunció al cumplir dos años al frente del Gobierno, el Presidente Felipe Calderón previó para 2009 un escenario de "divergencias y contrastes", derivado de la contienda electoral.
"Es cierto que en el proceso electoral para renovar la Cámara de Diputados el próximo año, viviremos momentos que propician más las divergencias y los contrastes, que las coincidencias", pronosticó el Mandatario.
Tras reconocer la "voluntad política, generosa y patriótica" de partidos y legisladores para construir acuerdos, reclamó la participación de todos los actores con vistas a un previsible escenario de agravamiento de la crisis económica.
"Ha culminado el primer tercio de esta administración. Han sido dos años intensos y a pesar del tamaño de los desafíos, en nada ha mermado el ánimo ni el sentido de responsabilidad con la Nación", sostuvo el Mandatario en Palacio Nacional.
Hizo una sólida defensa de los cambios estructurales que su Gobierno ha instrumentado, "contra lo que algunos hubieran pensado, a juzgar por las circunstancias".
Mencionó que el Programa de Infraestructura, la Alianza por la Educación y las reformas petrolera, hacendaria, de pensiones, de transparencia en el gasto, penal y judicial son transformaciones profundas "que cambiarán el rostro de México".
Aciertos y errores
El acto congregó al Gabinete, a 14 Gobernadores del PAN, del PRI y del PRD; a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
También asistieron líderes empresariales y sindicales, el cuerpo diplomático, militares de alto rango y funcionarios públicos.
"Con aciertos y con errores, la satisfacción del deber cumplido nos alienta para acometer, aún con mayores bríos, las tareas por venir", sostuvo Calderón, y añadió que será necesario encarar "retos de raíces profundas en nuestro pasado", como la impunidad o la criminalidad, y otros que se han generado fuera de México, como la crisis económica internacional.
"La democracia no es sinónimo de uniformidad, ni tampoco de división o fractura insuperable; es, precisamente, contraste de ideas y propuestas, en cuya dialéctica tiene que encontrar el ciudadano la orientación para definir y decidir el camino del bien común nacional", precisó.
La clave, dijo, no es renunciar a las propias ideas ni a la legítima búsqueda del apoyo ciudadano; la clave, sostuvo, es entender que por encima de las diferencias y las discrepancias, debe acomodarse una coincidencia medular: apostar por el bien de México y de los mexicanos.
"En tiempos de dificultad económica como los que vivimos, México requiere la responsabilidad de todos, en especial de los actores políticos, sociales y económicos", convocó.
La crisis, previó, tendrá impacto en la economía, "pero estamos mejor preparados y en mejores condiciones para enfrentar la adversidad que antes. Sabemos qué hacer y estamos actuando oportunamente con todos los instrumentos a nuestro alcance".
Luego de congratularse de que México tenga un renovado clima de colaboración y cooperación, Calderón resaltó el hecho de que la pluralidad se ha convertido en una "verdadera fortaleza democrática, como debe ser".
"Es cierto que en el proceso electoral para renovar la Cámara de Diputados el próximo año, viviremos momentos que propician más las divergencias y los contrastes, que las coincidencias", pronosticó el Mandatario.
Tras reconocer la "voluntad política, generosa y patriótica" de partidos y legisladores para construir acuerdos, reclamó la participación de todos los actores con vistas a un previsible escenario de agravamiento de la crisis económica.
"Ha culminado el primer tercio de esta administración. Han sido dos años intensos y a pesar del tamaño de los desafíos, en nada ha mermado el ánimo ni el sentido de responsabilidad con la Nación", sostuvo el Mandatario en Palacio Nacional.
Hizo una sólida defensa de los cambios estructurales que su Gobierno ha instrumentado, "contra lo que algunos hubieran pensado, a juzgar por las circunstancias".
Mencionó que el Programa de Infraestructura, la Alianza por la Educación y las reformas petrolera, hacendaria, de pensiones, de transparencia en el gasto, penal y judicial son transformaciones profundas "que cambiarán el rostro de México".
Aciertos y errores
El acto congregó al Gabinete, a 14 Gobernadores del PAN, del PRI y del PRD; a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
También asistieron líderes empresariales y sindicales, el cuerpo diplomático, militares de alto rango y funcionarios públicos.
"Con aciertos y con errores, la satisfacción del deber cumplido nos alienta para acometer, aún con mayores bríos, las tareas por venir", sostuvo Calderón, y añadió que será necesario encarar "retos de raíces profundas en nuestro pasado", como la impunidad o la criminalidad, y otros que se han generado fuera de México, como la crisis económica internacional.
"La democracia no es sinónimo de uniformidad, ni tampoco de división o fractura insuperable; es, precisamente, contraste de ideas y propuestas, en cuya dialéctica tiene que encontrar el ciudadano la orientación para definir y decidir el camino del bien común nacional", precisó.
La clave, dijo, no es renunciar a las propias ideas ni a la legítima búsqueda del apoyo ciudadano; la clave, sostuvo, es entender que por encima de las diferencias y las discrepancias, debe acomodarse una coincidencia medular: apostar por el bien de México y de los mexicanos.
"En tiempos de dificultad económica como los que vivimos, México requiere la responsabilidad de todos, en especial de los actores políticos, sociales y económicos", convocó.
La crisis, previó, tendrá impacto en la economía, "pero estamos mejor preparados y en mejores condiciones para enfrentar la adversidad que antes. Sabemos qué hacer y estamos actuando oportunamente con todos los instrumentos a nuestro alcance".
Luego de congratularse de que México tenga un renovado clima de colaboración y cooperación, Calderón resaltó el hecho de que la pluralidad se ha convertido en una "verdadera fortaleza democrática, como debe ser".
Mayolo López, Reforma, 1 de diciembre.
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