Convergencia pagará muy caro las consecuencias de clausurar cualquier posibilidad de alianza electoral con el PRD, presagió Jesús Zambrano, integrante de la Comisión Política Nacional perredista.
Luego de conocer el resolutivo aprobado por el Consejo Nacional de Convergencia, en el sentido de ir únicamente con el PT en alianza nacional, Zambrano llamó “mezquinos” a los dirigentes del partido naranja y aseveró que esa decisión antepone intereses personales y no de grupo.
“Las alianzas se dan obviamente cuando hay voluntad, interés mutuo y decisión clara de vernos como aliados, por lo que no se pueden forzar. A fuerza, ni los zapatos entran”, ironizó.
Zambrano calificó de preocupante para el futuro del Frente Amplio Progresista la decisión de Convergencia y reiteró que los perredistas no serán los responsables de lo que arroje esta determinación.
“Que paguen ellos —continuó— los costos ante la sociedad, y que justifiquen ante la ciudadanía su decisión de no querer ir con nosotros a una alianza electoral, que le abrirá la puerta al bloque de la derecha”.
En materia de resultados electorales, Zambrano consideró que a pesar de la ruptura con sus aliados históricos, el voto duro de la militancia se mantendría, es decir, podría llegar a 16 por ciento. Sin embargo, agregó, podría incrementar a 21 por ciento con una posible alianza con el Partido Socialdemócrata.
En contraposición, Alejandro Sánchez Camacho, coordinador de la fracción perredista Izquierda Democrática Nacional en la Cámara de Diputados, lamentó la negativa de Convergencia a una alianza electoral con el PRD, aunque justificó el hecho, aduciendo que las malas decisiones de Los Chuchos orillaron la escisión.
“Es compresible la molestia de los integrantes de Convergencia y del PT. Hubo muchas dificultades internas en el PRD”, señaló.
El legislador consideró que sin esta alianza nacional el escenario a corto plazo del PRD será “muy desafortunado”, ya que se repetiría un fracaso electoral, como el ocurrido en el estado de Guerrero, en donde se perdieron la mayoría de las alcaldías importantes.
Claves
Oficialmente rota
El Consejo Nacional de Convergencia oficializó el viernes pasado la ruptura definitiva con el PRD a escala nacional, aunque dejó abierta la posibilidad de alianzas y coaliciones en los estados, las cuales quedarían en manos de los comités estatales.
En el DF, por ejemplo, la líder del PRD capitalino, Alejandra Barrales, ha sostenido acuerdos con PT y Convergencia para ir juntos en las elecciones locales de 2009.
El líder nacional de Convergencia, Luis Maldonado, dijo que esta decisión obedece “a las actitudes incongruentes” del PRD, de alejarse de los principios que dieron origen al FAP
Francisco Nieto, Milenio, 7 de diciembre.
Luego de conocer el resolutivo aprobado por el Consejo Nacional de Convergencia, en el sentido de ir únicamente con el PT en alianza nacional, Zambrano llamó “mezquinos” a los dirigentes del partido naranja y aseveró que esa decisión antepone intereses personales y no de grupo.
“Las alianzas se dan obviamente cuando hay voluntad, interés mutuo y decisión clara de vernos como aliados, por lo que no se pueden forzar. A fuerza, ni los zapatos entran”, ironizó.
Zambrano calificó de preocupante para el futuro del Frente Amplio Progresista la decisión de Convergencia y reiteró que los perredistas no serán los responsables de lo que arroje esta determinación.
“Que paguen ellos —continuó— los costos ante la sociedad, y que justifiquen ante la ciudadanía su decisión de no querer ir con nosotros a una alianza electoral, que le abrirá la puerta al bloque de la derecha”.
En materia de resultados electorales, Zambrano consideró que a pesar de la ruptura con sus aliados históricos, el voto duro de la militancia se mantendría, es decir, podría llegar a 16 por ciento. Sin embargo, agregó, podría incrementar a 21 por ciento con una posible alianza con el Partido Socialdemócrata.
En contraposición, Alejandro Sánchez Camacho, coordinador de la fracción perredista Izquierda Democrática Nacional en la Cámara de Diputados, lamentó la negativa de Convergencia a una alianza electoral con el PRD, aunque justificó el hecho, aduciendo que las malas decisiones de Los Chuchos orillaron la escisión.
“Es compresible la molestia de los integrantes de Convergencia y del PT. Hubo muchas dificultades internas en el PRD”, señaló.
El legislador consideró que sin esta alianza nacional el escenario a corto plazo del PRD será “muy desafortunado”, ya que se repetiría un fracaso electoral, como el ocurrido en el estado de Guerrero, en donde se perdieron la mayoría de las alcaldías importantes.
Claves
Oficialmente rota
El Consejo Nacional de Convergencia oficializó el viernes pasado la ruptura definitiva con el PRD a escala nacional, aunque dejó abierta la posibilidad de alianzas y coaliciones en los estados, las cuales quedarían en manos de los comités estatales.
En el DF, por ejemplo, la líder del PRD capitalino, Alejandra Barrales, ha sostenido acuerdos con PT y Convergencia para ir juntos en las elecciones locales de 2009.
El líder nacional de Convergencia, Luis Maldonado, dijo que esta decisión obedece “a las actitudes incongruentes” del PRD, de alejarse de los principios que dieron origen al FAP
Francisco Nieto, Milenio, 7 de diciembre.
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