CARACAS.- Los venezolanos se enteraron del estreno de la segunda parte de una película que vieron en 2007: la batalla por la reelección indefinida, anunciada ayer por el Presidente Hugo Chávez.
El Mandatario, cuyo periodo de Gobierno expira en cuatro años, ordenó iniciar el proceso para reformar el artículo 230 de la Constitución de 1999, que autoriza una sola reelección.
"Le doy mi autorización al Partido Socialista Unido de Venezuela, al pueblo venezolano, para que inicien el debate y las acciones para lograr la enmienda constitucional y la reelección del Presidente de la República", señaló durante la toma de posesión del Alcalde del Municipio Libertador de Caracas, el oficialista Jorge Rodríguez.
El Presidente atribuyó su decisión a presuntos ataques de la Oposición, que hace una semana ganó 5 de 22 Gubernaturas y la Alcaldía mayor de la capital.
"Ya han iniciado una agresión contra el pueblo, y por eso ahora digo que ustedes tienen razón: ¡Uh, ah, Chávez no se va!", arengó.
En 2007, los venezolanos rechazaron en referendo un paquete de reformas constitucionales encabezadas por la reelección indefinida. Se especulaba que Chávez insistiría en este punto, pese a que algunos juristas sostienen que es inconstitucional.
"El artículo 345 precisa que la iniciativa de reforma constitucional que no sea aprobada, como no lo fue la reelección, no podrá presentarse de nuevo en un mismo periodo constitucional a la Asamblea Nacional", explicó el abogado Alberto Arteaga.
Sin embargo, el líder opositor Henry Ramos sostiene que es previsible que el Tribunal Supremo avale el proceso.
El Mandatario dijo que los comicios regionales, en los que su partido obtuvo 5.5 millones de votos de un total de 11 millones, mostraron que el chavismo sin Chávez no existe e invitó a los disidentes a volver al redil.
"Les digo que las puertas de la revolución están abiertas", afirmó.
Por otro lado, el Presidente amenazó con expulsar al cónsul general de Colombia en Maracaibo, Carlos Galvis, quien, según la grabación de una conversación telefónica dada a conocer el sábado por la televisión estatal, celebró el avance opositor en las pasadas elecciones venezolanas.
Posteriormente, el Gobierno colombiano anunció el retiro de Galvis de Venezuela, pero declaró su extrañeza y malestar por la grabación de la llamada telefónica.
El Mandatario, cuyo periodo de Gobierno expira en cuatro años, ordenó iniciar el proceso para reformar el artículo 230 de la Constitución de 1999, que autoriza una sola reelección.
"Le doy mi autorización al Partido Socialista Unido de Venezuela, al pueblo venezolano, para que inicien el debate y las acciones para lograr la enmienda constitucional y la reelección del Presidente de la República", señaló durante la toma de posesión del Alcalde del Municipio Libertador de Caracas, el oficialista Jorge Rodríguez.
El Presidente atribuyó su decisión a presuntos ataques de la Oposición, que hace una semana ganó 5 de 22 Gubernaturas y la Alcaldía mayor de la capital.
"Ya han iniciado una agresión contra el pueblo, y por eso ahora digo que ustedes tienen razón: ¡Uh, ah, Chávez no se va!", arengó.
En 2007, los venezolanos rechazaron en referendo un paquete de reformas constitucionales encabezadas por la reelección indefinida. Se especulaba que Chávez insistiría en este punto, pese a que algunos juristas sostienen que es inconstitucional.
"El artículo 345 precisa que la iniciativa de reforma constitucional que no sea aprobada, como no lo fue la reelección, no podrá presentarse de nuevo en un mismo periodo constitucional a la Asamblea Nacional", explicó el abogado Alberto Arteaga.
Sin embargo, el líder opositor Henry Ramos sostiene que es previsible que el Tribunal Supremo avale el proceso.
El Mandatario dijo que los comicios regionales, en los que su partido obtuvo 5.5 millones de votos de un total de 11 millones, mostraron que el chavismo sin Chávez no existe e invitó a los disidentes a volver al redil.
"Les digo que las puertas de la revolución están abiertas", afirmó.
Por otro lado, el Presidente amenazó con expulsar al cónsul general de Colombia en Maracaibo, Carlos Galvis, quien, según la grabación de una conversación telefónica dada a conocer el sábado por la televisión estatal, celebró el avance opositor en las pasadas elecciones venezolanas.
Posteriormente, el Gobierno colombiano anunció el retiro de Galvis de Venezuela, pero declaró su extrañeza y malestar por la grabación de la llamada telefónica.
Cristina Marcano, Reforma, 1 de diciembre.
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