El dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega, y el coordinador de los senadores de ese partido, Carlos Navarrete, advirtieron que el presidente Felipe Calderón se puede “volver a quemar las manos” con la detención del candidato a gobernador de Quintana Roo, Gregorio Sánchez, y exigieron al Ejecutivo que en lugar de lamentar las repercusiones políticas que ha traído ese caso, lo corrija.
Rechazaron también la afirmación de Calderón sobre las presuntas evidencias de que el candidato está involucrado con el crimen organizado. “Hay una duda generalizada de que estamos frente a un segundo petardazo con carácter político, como el de Michoacán”, advirtió Navarrete.
Ortega acusó al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, de haberlo engañado, toda vez que el funcionario le concertó una entrevista a Sánchez con el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arturo Chávez, para que lo sacara de dudas sobre las acusaciones de que era objeto, pero al final el procurador no lo recibió. Lo enviaron con un agente del Ministerio Público, quien le notificó al candidato que estaba en calidad de indiciado.
El dirigente perredista sostuvo que Gómez Mont le “prometió” que la reunión con Chávez era “para aclarar algunas dudas y desde luego, nunca me dijo que estaría como indiciado”.
En conferencia de prensa en Xicoténcatl, los perredistas anunciaron que hay “un cierre de filas” entre PRD, PT y Convergencia e iniciarán una batalla legal y política hasta lograr la liberación del candidato a la gubernatura.
Ortega expuso que la PGR acudió a un juez de Tepic, autor del llamado michoacanazo contra alcaldes de esa entidad, para que ordenara la captura de Sánchez.
Las manos de Calderón “ya están quemadas por el caso de Michoacán, volverlas a meter al fuego, avalando la actuación de la PGR, puede hacer que se le quemen con mayor gravedad”, agregó Navarrete, y coincidió con el dirigente de su partido en que Greg Sánchez seguirá como candidato de PRD, PT y Convergencia, ya que no ha perdido sus derechos políticos.
Recordaron que el tribunal electoral avaló que el aspirante panista al gobierno de Aguascalientes, Martín Orozco, siguiera en la contienda, pese a que tiene un auto de formal prisión.
Acusaron a Gómez Mont y al PRI de allanar el camino al triunfo electoral del PRI con la aprehensión de Greg Sánchez. Ortega dijo que desde el pasado día 19, un diputado priísta presentó un punto de acuerdo en la Comisión Permanente en el que aludió al encarcelamiento del candidato por PRD, PT y Convergencia. “¿Cómo lo supo?”, preguntó Ortega.
A su juicio, Calderón y Gómez Mont “en los hechos pueden contribuir a que el PRI salga beneficiado. Uno de los objetivos de la detención de Sánchez es que el PRD reaccione con rabia, con el hígado y que rompa las alianzas con el PAN”, pero entonces “los únicos beneficiados serían los candidatos priístas”.
Rechazaron también la afirmación de Calderón sobre las presuntas evidencias de que el candidato está involucrado con el crimen organizado. “Hay una duda generalizada de que estamos frente a un segundo petardazo con carácter político, como el de Michoacán”, advirtió Navarrete.
Ortega acusó al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, de haberlo engañado, toda vez que el funcionario le concertó una entrevista a Sánchez con el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arturo Chávez, para que lo sacara de dudas sobre las acusaciones de que era objeto, pero al final el procurador no lo recibió. Lo enviaron con un agente del Ministerio Público, quien le notificó al candidato que estaba en calidad de indiciado.
El dirigente perredista sostuvo que Gómez Mont le “prometió” que la reunión con Chávez era “para aclarar algunas dudas y desde luego, nunca me dijo que estaría como indiciado”.
En conferencia de prensa en Xicoténcatl, los perredistas anunciaron que hay “un cierre de filas” entre PRD, PT y Convergencia e iniciarán una batalla legal y política hasta lograr la liberación del candidato a la gubernatura.
Ortega expuso que la PGR acudió a un juez de Tepic, autor del llamado michoacanazo contra alcaldes de esa entidad, para que ordenara la captura de Sánchez.
Las manos de Calderón “ya están quemadas por el caso de Michoacán, volverlas a meter al fuego, avalando la actuación de la PGR, puede hacer que se le quemen con mayor gravedad”, agregó Navarrete, y coincidió con el dirigente de su partido en que Greg Sánchez seguirá como candidato de PRD, PT y Convergencia, ya que no ha perdido sus derechos políticos.
Recordaron que el tribunal electoral avaló que el aspirante panista al gobierno de Aguascalientes, Martín Orozco, siguiera en la contienda, pese a que tiene un auto de formal prisión.
Acusaron a Gómez Mont y al PRI de allanar el camino al triunfo electoral del PRI con la aprehensión de Greg Sánchez. Ortega dijo que desde el pasado día 19, un diputado priísta presentó un punto de acuerdo en la Comisión Permanente en el que aludió al encarcelamiento del candidato por PRD, PT y Convergencia. “¿Cómo lo supo?”, preguntó Ortega.
A su juicio, Calderón y Gómez Mont “en los hechos pueden contribuir a que el PRI salga beneficiado. Uno de los objetivos de la detención de Sánchez es que el PRD reaccione con rabia, con el hígado y que rompa las alianzas con el PAN”, pero entonces “los únicos beneficiados serían los candidatos priístas”.
Andrea Becerril, La Jornada, 29 de mayo.
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