La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) confirmó lo que mucho sospechábamos: el servicio de internet que se ofrece en el País es lento y caro.
En el ranking de conexiones, México se ubicó en el último lugar de las 30 naciones de la organización, al ofrecer la red más lenta.
Mientras la oferta más común de conexión del principal proveedor (Telmex) es de 2 megabits por segundo (Mbps), según la OCDE, en Francia, Japón y Corea llega a 100.
Sin embargo, Telmex, que tiene el 70 por ciento del mercado de banda ancha, ofrece, en promedio, una conexión de 1 a 1.5 Mbps.
En materia de precios, México es superado sólo por Corea, uno de los más veloces, y la República Checa.
En cuanto a la penetración de esta tecnología, es decir, el número de conexiones por cada 100 habitantes, el País ha ido en retroceso.
Desde 2006, Turquía y Grecia lo rebasaron para dejarle el último lugar en la oferta del servicio de banda ancha con una penetración de apenas 4.7 cuentas por centenar de personas, según el reporte de la OCDE.
Las bajas velocidades en internet impiden el desarrollo de contenidos y aplicaciones para los usuarios, como el uso masivo de la banca electrónica, por ejemplo.
En el campo de la investigación, las universidades públicas trabajan con redes cuyas velocidades son obsoletas, lo que impide compartir información y generar bases de datos.
Apenas el pasado 6 de abril, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes terminó el contrato que tenía con Telmex para conectar 4 mil 800 centros comunitarios digitales por considerar que operaban con tecnología obsoleta y de alto costo.
Otros países han logrado éxitos con políticas consistentes y la promoción de la competencia.
Brasil proyecta para 2014, cuando será sede del Mundial de Futbol, que los visitantes puedan acceder a una red de internet de alta velocidad en las 12 ciudades que albergarán el campeonato.
Otro caso exitoso, según el World Economic Forum, es el de Francia, cuyas regulaciones han conducido a un mercado muy competido por los proveedores de internet y uno de los más innovadores en el mundo.
La firma McKinsey Company estima que, por cada 10 por ciento que aumenta la penetración del servicio de banda ancha, el PIB de ese país se eleva entre 0.1 y 1.4 por ciento.
Con información de Lilia Chacón
En el ranking de conexiones, México se ubicó en el último lugar de las 30 naciones de la organización, al ofrecer la red más lenta.
Mientras la oferta más común de conexión del principal proveedor (Telmex) es de 2 megabits por segundo (Mbps), según la OCDE, en Francia, Japón y Corea llega a 100.
Sin embargo, Telmex, que tiene el 70 por ciento del mercado de banda ancha, ofrece, en promedio, una conexión de 1 a 1.5 Mbps.
En materia de precios, México es superado sólo por Corea, uno de los más veloces, y la República Checa.
En cuanto a la penetración de esta tecnología, es decir, el número de conexiones por cada 100 habitantes, el País ha ido en retroceso.
Desde 2006, Turquía y Grecia lo rebasaron para dejarle el último lugar en la oferta del servicio de banda ancha con una penetración de apenas 4.7 cuentas por centenar de personas, según el reporte de la OCDE.
Las bajas velocidades en internet impiden el desarrollo de contenidos y aplicaciones para los usuarios, como el uso masivo de la banca electrónica, por ejemplo.
En el campo de la investigación, las universidades públicas trabajan con redes cuyas velocidades son obsoletas, lo que impide compartir información y generar bases de datos.
Apenas el pasado 6 de abril, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes terminó el contrato que tenía con Telmex para conectar 4 mil 800 centros comunitarios digitales por considerar que operaban con tecnología obsoleta y de alto costo.
Otros países han logrado éxitos con políticas consistentes y la promoción de la competencia.
Brasil proyecta para 2014, cuando será sede del Mundial de Futbol, que los visitantes puedan acceder a una red de internet de alta velocidad en las 12 ciudades que albergarán el campeonato.
Otro caso exitoso, según el World Economic Forum, es el de Francia, cuyas regulaciones han conducido a un mercado muy competido por los proveedores de internet y uno de los más innovadores en el mundo.
La firma McKinsey Company estima que, por cada 10 por ciento que aumenta la penetración del servicio de banda ancha, el PIB de ese país se eleva entre 0.1 y 1.4 por ciento.
Con información de Lilia Chacón
Verónica Gascón, Reforma, 10 de abril.
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