El Mandatario mexicano abogó por un debate propositivo sobre el tema, y precisó que un eventual acuerdo bilateral se concretaría con pleno respeto a las decisiones autónomas y soberanas de los Congresos de ambos países.
"Nuestros gobiernos trabajarán para contribuir a hacer de la migración un proceso seguro, ordenado y respetuoso de los derechos humanos", enfatizó Calderón.
En tanto, el Mandatario estadounidense dijo que su propuesta de reforma migratoria no se limita sólo a los mexicanos, sino que abarca a los migrantes de todas las nacionalidades.
"Mi objetivo en esta materia es darle un tono práctico y de sentido común a las soluciones, para que la gente no se muera en los desiertos", explicó durante la rueda de prensa conjunta.
Perfiló Obama un enfoque más amplio para sacar de las sombras a los inmigrantes indocumentados y ofrecerles la posibilidad de construir una vida en suelo estadunidense, a fin de que cumplan sus aspiraciones legítimas y trabajen en forma ordenada.
Pero advirtió los avances de la reforma migratoria integral serán paulatinos y requiere de un intenso cabildeo en el Congreso estadounidense.
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