Apapacho en vuelo comercial

VERACRUZ.- Viajar en vuelo comercial tiene su recompensa.

De manera inusual, el piloto Miguel Pérez Espinosa, del vuelo 2403 de Aeroméxico, hizo notar que entre los pasajeros que viajaban del Puerto de Veracruz a la Ciudad de México se encontraba el candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador.

Las aeromozas acababan de dar las instrucciones sobre qué hacer en caso de un accidente, cuando el piloto anunció: "Le queremos dar una calurosa bienvenida al Presidente Legítimo. ¡Ya Ganamos!". El tabasqueño sonrió.

Antes de subir al avión, la tripulación del vuelo le pidió posar con ellos para una fotografía. El fotógrafo les dijo: "¡whisky", pero él improviso con un:"¡guanábana!".

Entre los apapachos y los buenos deseos que recibió en la sala de espera, el aspirante presidencial parecía satisfecho.

Ya en pleno vuelo, un mexicano budista, quien viajaba a Sri Lanka, se acercó a López Obrador para disculparse porque no podrá votar el 1 de julio, pues estará fuera del País varios meses, sin embargo le deseó suerte.

Cuando el candidato de las izquierdas dejó el avión, las aeromozas argumentaron que votarían por él, porque consideraron que es "el bueno".

En la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, algunos lo vieron salir a paso veloz, pero otros de plano lo detuvieron para saludarlo, entre ellos un grupo de jóvenes que esperaba la llegada del grupo metalero Antrax.

Tras saludarlos siguió su camino a la salida, donde ya lo esperaba su auto, con un chofer, para llevarlo a su encuentro con el Presidente de España, Mariano Rajoy.

En tierra priista, en el Puerto de Veracruz, el tabasqueño aprovechó cada oportunidad para presumir que mientras su adversario Enrique Peña Nieto viaja en helicópteros, él lo hace sin lujos, en clase turista.

Incluso destacó que rechaza concesiones, como aquel 24 de enero que viajó a Ciudad Juárez a un foro de feminicidios, durante la precampaña, junto con su esposa Beatriz Gutiérrez, y aeromozas le ofrecieron dos lugares en clase premier al ver que lo hacía en clase turista.

Ayer, en Boca del Río, ante un centenar de empresarios, el candidato reiteró su austeridad.

"Voy a contestar sus inquietudes, lo haré lo más pronto porque tenemos que salir a otros compromisos, y como saben, yo no viajó en avión privado, tengo que ir al aeropuerto para tomar el avión comercial, y cumplir todos mis compromisos", dijo con una sonrisa irónica, aunque su corto mensaje duró una hora.


Érika Hernández enviada, Reforma, 19 de abril.

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