Pide PRI valorar costos de conflicto

 Pedro Joaquín Coldwell, dirigente nacional del PRI, recomendó a las fuerzas de izquierda valorar con cuidado la conveniencia de un conflicto postelectoral, ya que desconocer el triunfo de Enrique Peña Nieto puede derivar en una sanción social peor que la de 2006.

En entrevista con REFORMA, el senador descartó que se pueda reeditar un escenario como el de hace seis años, ya que muchos cuadros de izquierda tienen claro que no están en condiciones de "volver a arriesgar su capital político".

"Esto es algo que deberán valorar las izquierdas en la actitud que seguirán frente a la calificación de la elección presidencial del 2012, porque está muy claro que asumir acciones de desconocimiento de los resultados electorales y de resistencia civil tienen una sanción social. Entre julio y diciembre de 2006, los negativos del PRD se dispararon al 55 por ciento", señaló.

"No veo que se pueda llegar al escenario de 2006, porque hay cuadros políticos en las izquierdas que tienen muy claro los costos políticos que asumieron y que les afectaron en esta elección, no creo que estén dispuestos a arriesgar su capital político".

El presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) adelantó que su partido asumirá la defensa legal de los votos obtenidos por el mexiquense y que cualquier movimiento fracasará si intenta socavar la legitimidad del "nuevo Presidente", que consiguió esa posición con una ventaja de más de 3.2 millones de sufragios.

"Nosotros vamos a defender la legalidad de los votos. Hay un intento por socavar la legitimidad del Presidente, pero no creo que tengan éxito, la diferencia de votos no es la misma y todos los que están en los órganos electorales fueron aprobados por todas las fuerzas políticas", expresó.

 
 
¿Y si hay protestas?

"Eso ya no nos toca a nosotros, el PRI respeta las muestras de disidencia".

A pesar de las denuncias por los excesos financieros, los tratos con las televisoras y las presuntas acciones de compra de voto, Joaquín Coldwell sostuvo que ésta ha sido la elección "más equitativa de la historia".

"La ley le da a López Obrador el derecho de impugnar ante el Tribunal Electoral, aunque no creo que tenga razón cuando descalifica la elección como inequitativa. Esta ha sido la elección presidencial más equitativa de la historia. Es un argumento absolutamente falso", dijo.

"Cuando leo las declaraciones de López Obrador, es como si no hubiera habido una reforma electoral, con la que se sujetó a los medios de comunicación a una regulación estricta en materia de spots, ahí están las reglas estrictas para el financiamiento público y el monitoreo de los noticieros".

 
 
¿Y la exposición que tuvo Peña en la televisión cuando fue Gobernador no cuenta?

"Considerar que la popularidad de Peña Nieto es atribuible a preferencias de las empresas televisoras no corresponde a la realidad. El triunfo de Peña tiene causas mucho más variadas, ciertamente es un candidato carismático, que logró posicionarse por gobernar el estado más poblado del País.

"Pero desde 2006, hubo un reposicionamiento de la imagen del PRI, justo cuando López Obrador se fue al conflicto postelectoral y el PRI sí reconoció los resultados de la elección".

El priista consideró que las acusaciones lanzadas por Andrés Manuel López Obrador sobre la supuesta operación de los gobernadores a favor de Peña Nieto se desmoronaron con los resultados del domingo, ya que en el 25 por ciento de los estados gobernados por el PRI, el perredista y la panista Josefina Vázquez Mota consiguieron el triunfo.

"Además, Peña Nieto fue capaz de ganar en la mitad de los estados en donde el PRI no es Gobierno. Ahí están los triunfos de Jalisco, Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur", dijo.

"Hace seis años López Obrador ganó en 16 estados, ahora sólo ganó en ocho y en 17 se fue a tercer lugar porque predominó la imagen negativa. López Obrador tiene que aceptar que perdió la elección porque no pudo convencer al norte ni al occidente ni al Bajío. Sólo en Guanajuato, donde el PRI no gobierna desde 1992, sacamos una ventaja de más de 600 mil votos".

Aunque el legislador federal espera que la transición se de en un clima de paz, no descartó la posibilidad de que Peña Nieto asuma la Presidencia el próximo primero de diciembre con manifestaciones en las calles.

"Espero que no, que tengamos una transmisión pacífica del mando, pero si hay ciudadanos que desean expresar otra preferencia política, el PRI será respetuoso. El nuevo Gobierno respetará la libertad de manifestación, cuando sea por cauces legales", advirtió.

 
 
¿A Peña también le podrán llamar espurio?, se le preguntó.

"No hay el menor espacio para esa afirmación. México necesita un Presidente plenamente legitimado, el País no puede transitar por la historia con la descalificación sistemática de la legitimación de sus presidentes".


Claudia Guerrero, Reforma, 4 de julio.

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