Declara Cuba feriado el Viernes Santo

LA HABANA.- Después de varias décadas, el Gobierno cubano declaró como día feriado el próximo Viernes Santo, con carácter "excepcional", en respuesta a una solicitud realizada por el Papa Benedicto XVI en su reciente visita a la Isla.

Durante la reunión entre el Pontífice y el Presidente cubano, Raúl Castro, realizada el 27 de marzo pasado, el jerarca católico expresó su deseo de que la festividad de Semana Santa se conmemorara de nuevo en la Isla. De acuerdo con el diario oficial Granma, el Mandatario accedió a la petición en consideración al "feliz resultado de la trascendental visita".

"En virtud de lo anterior, el Consejo de Ministros de la República de Cuba acordó (el viernes) recesar las actividades laborales (el próximo 6 de abril)", publicó ayer el rotativo.

La medida sólo es aplicable para el año en curso. El Gobierno determinará más adelante la permanencia del feriado religioso.

La decisión fue aplaudida por El Vaticano, que calificó como una "señal positiva" el hecho de que las autoridades cubanas hayan accedido rápidamente a la solicitud del Papa.

La institución también señaló que espera un mayor impulso de las actividades religiosas y el restablecimiento de la festividad pascual.

En la Isla, sin embargo, donde el catolicismo no es una creencia tan arraigada como en otros países de Latinoamérica, la noticia generó sorpresa.

"Me alegro porque no voy a trabajar, pero no entiendo nada. Nos dicen que hay que trabajar para salir de la crisis y dan más feriados. Vino el Papa y no se trabajó", comentó Robert Blanco, de 38 años.

Por décadas, las festividades religiosas desaparecieron del calendario cubano por el carácter ateo del Gobierno comunista, aunque, en los últimos 20 años, ha existido un acercamiento entre la Iglesia y la Isla.

En 1992, la Constitución fue modificada para que el Estado cubano se considerara laico y no ateo. Además, después de la visita de Juan Pablo II a la Isla, en 1998, el 25 de diciembre fue declarado un día no laboral, lo que trajo de vuelta el reconocimiento oficial a los festejos navideños.

En los últimos años, la Iglesia católica se ha convertido también en un interlocutor clave ante las autoridades en temas delicados como derechos humanos y las libertades políticas.


Reforma, 1º de abril.