Cuernavaca, Mor., 8 de diciembre. El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Radio y Televisión (STIRT), Ricardo Acedo Samaniego, se pronunció en contra de que las radios comunitarias o permisionadas comercialicen 5 por ciento de su programación, y rechazó que las concesiones de radio se otorguen vía licitación.
En tanto, especialistas en medios de información de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) advirtieron que dar concesiones sin licitación al duopolio televisivo sería un “error histórico en un país con enormes desigualdades, donde la gran mayoría de la población carece de acceso a medios de difusión plurales”.
Por separado, Javier Esteinou y Carlos Navarro, catedráticos del Departamento de Educación y Comunicación de la UAM-Xochimilco, aseguraron que la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) es “experta en crear campañas de confusión cuando siente que se afectan sus intereses. Prueba de ello es que se generó una normatividad nebulosa que sólo beneficia la creciente discrecionalidad con que se pretende entregar las concesiones del espectro radioeléctrico”.
En Cuernavaca, sede de los trabajos del STIRT, Acedo dijo que si las radios permisionadas y comunitarias comercializan parte de su programación “dejarían de ser lo que son; la comercialización debe de ser estrictamente para las radios concesionadas”.
Sobre la posible licitación de las concesiones de radio, dijo que debe darse prioridad a los que por muchos años atrás han sido los propietarios. “Se debe poner en primer plano a quienes han sido radiodifusores de toda la vida. Hay muchos que tienen serios problemas económicos; si van a licitación, ¿quién se las va llevar?, ¿en manos de quien se van a concentrar los medios de comunicación?”
Esteinou afirmó que se “repite siempre la misma historia. Se imponen requisitos mínimos para los grandes concesionarios que pretenden una renovación automática de sus concesiones, sin pasar por ninguna evaluación, mientras un sector muy importante de los mexicanos no tiene ninguna opción para la construcción de medios alternativos, más plurales y abiertos a la opinión de la ciudadanía”.
Es constante, advirtió, ver la actitud “irracional, acrítica y rabiosa con que responden las grandes cadenas de televisión a cualquier iniciativa, por perfectible que sea, para abrir espacios a los medios comunitarios, y hoy podemos afirmar que prevalece una oligarquía mediática que se opone acualquier mecanismo de democratización y recuperación de la rectoría del Estado del espectro televisivo y radiofónico”.
Carlos Navarro señaló que a la sociedad “no se le ha tomado en cuenta en las grandes decisiones sobre el futuro de los medios de comunicación en el país, y tampoco se siente convocada a participar porque no queda claro que el propietario de la televisión y la radio deben ser los propios ciudadanos, porque no se trata de un servicio gratuito, lo pagamos a través de la públicidad comercial y estatal”.
En tanto, especialistas en medios de información de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) advirtieron que dar concesiones sin licitación al duopolio televisivo sería un “error histórico en un país con enormes desigualdades, donde la gran mayoría de la población carece de acceso a medios de difusión plurales”.
Por separado, Javier Esteinou y Carlos Navarro, catedráticos del Departamento de Educación y Comunicación de la UAM-Xochimilco, aseguraron que la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) es “experta en crear campañas de confusión cuando siente que se afectan sus intereses. Prueba de ello es que se generó una normatividad nebulosa que sólo beneficia la creciente discrecionalidad con que se pretende entregar las concesiones del espectro radioeléctrico”.
En Cuernavaca, sede de los trabajos del STIRT, Acedo dijo que si las radios permisionadas y comunitarias comercializan parte de su programación “dejarían de ser lo que son; la comercialización debe de ser estrictamente para las radios concesionadas”.
Sobre la posible licitación de las concesiones de radio, dijo que debe darse prioridad a los que por muchos años atrás han sido los propietarios. “Se debe poner en primer plano a quienes han sido radiodifusores de toda la vida. Hay muchos que tienen serios problemas económicos; si van a licitación, ¿quién se las va llevar?, ¿en manos de quien se van a concentrar los medios de comunicación?”
Esteinou afirmó que se “repite siempre la misma historia. Se imponen requisitos mínimos para los grandes concesionarios que pretenden una renovación automática de sus concesiones, sin pasar por ninguna evaluación, mientras un sector muy importante de los mexicanos no tiene ninguna opción para la construcción de medios alternativos, más plurales y abiertos a la opinión de la ciudadanía”.
Es constante, advirtió, ver la actitud “irracional, acrítica y rabiosa con que responden las grandes cadenas de televisión a cualquier iniciativa, por perfectible que sea, para abrir espacios a los medios comunitarios, y hoy podemos afirmar que prevalece una oligarquía mediática que se opone acualquier mecanismo de democratización y recuperación de la rectoría del Estado del espectro televisivo y radiofónico”.
Carlos Navarro señaló que a la sociedad “no se le ha tomado en cuenta en las grandes decisiones sobre el futuro de los medios de comunicación en el país, y tampoco se siente convocada a participar porque no queda claro que el propietario de la televisión y la radio deben ser los propios ciudadanos, porque no se trata de un servicio gratuito, lo pagamos a través de la públicidad comercial y estatal”.
Rubicela Morelos y Laura Poy, La Jornada, 9 de diciembre.
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