Antes de ser recibidos de manera oficial por el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y Luis María Aguilar Morales ya tomaron decisiones en la institución: el primero mantendrá prácticamente a todos los secretarios proyectistas que dejó Genaro Góngora Pimentel; el segundo despidió a todos los que fueron colaboradores de Mariano Azuela Güitrón “para traer a su equipo”.
El pleno recibirá el lunes 7 a sus dos nuevos integrantes, en ceremonia solemne. En ese acto se anunciará que Zaldívar irá a la primera sala, encargada de asuntos penales y civiles, y Aguilar a la segunda, que ve los casos administrativos y laborales.
Reconocimiento al Ejecutivo
Las decisiones de los flamantes ministros se tomaron mientras la SCJN emitió un comunicado en el que reconoció al Ejecutivo federal y al Senado por la “prontitud” y “celeridad” con que se hicieron los nombramientos de Zaldívar y Morales, “lo que permite mantener el ritmo de trabajo en la institución”.
El texto añade que el pleno da la bienvenida a sus nuevos compañeros “y hace votos por que su gestión sea eficaz y positiva para la administración de la justicia en México”.
Con la renovación en el cuerpo colegiado, añade el comunicado, se dará un nuevo impulso a los trabajos en pleno y salas, “y se ratifica el propósito de tener una mayor cercanía de la institución con la sociedad y la prestación de un mejor servicio de justicia”.
Los nuevos ministros aún no son recibidos oficialmente por sus pares, y ya tomaron sus primeras resoluciones.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas, la decisión de Aguilar los tomó por sorpresa, ya que si bien los secretarios de estudio y cuenta (proyectistas) son los colaboradores más cercanos de los ministros –cada uno cuenta con 10, que elaboran los proyectos de resolución–, el hecho de haber despedido a todos, sin siquiera darles tiempo de exponer sus capacidades, no fue bien recibido por los otros ministros.
Algunos de los secretarios despedidos buscaron entrevistarse con otros ministros para ver si los contratan, con la esperanza de que algún secretario deje su lugar por haber concursado y ganado el cargo de juez o magistrado de circuito.
Aguilar fue consejero de la Judicatura Federal los pasados cinco años –terminó su encargo el pasado 30 de noviembre– y llevó a su equipo a la Corte.
En cambio, Zaldívar, quien además de ser profesor de la Escuela Libre de Derecho es abogado litigante, optó por quedarse con la mayoría de secretarios que tenía Góngora Pimentel, lo cual generó muy buena impresión en la Suprema Corte.
Zaldívar solicitó integrarse a la primera sala y, de acuerdo con fuentes consultadas, ya expresó a los ministros que serán sus compañeros, Olga Sánchez Cordero, Juan N. Silva Meza, José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío, que está “ansioso” por abordar los temas que tienen que ver con derechos humanos, justicia para menores y protección de garantías de mujeres y niños.
Aguilar fue magistrado administrativo durante toda su carrera judicial y seguirá tratando prácticamente los mismos temas en la segunda sala, la cual integrará con Fernando Franco, Margarita Luna Ramos, Sergio Aguirre y Sergio Valls.
El pleno recibirá el lunes 7 a sus dos nuevos integrantes, en ceremonia solemne. En ese acto se anunciará que Zaldívar irá a la primera sala, encargada de asuntos penales y civiles, y Aguilar a la segunda, que ve los casos administrativos y laborales.
Reconocimiento al Ejecutivo
Las decisiones de los flamantes ministros se tomaron mientras la SCJN emitió un comunicado en el que reconoció al Ejecutivo federal y al Senado por la “prontitud” y “celeridad” con que se hicieron los nombramientos de Zaldívar y Morales, “lo que permite mantener el ritmo de trabajo en la institución”.
El texto añade que el pleno da la bienvenida a sus nuevos compañeros “y hace votos por que su gestión sea eficaz y positiva para la administración de la justicia en México”.
Con la renovación en el cuerpo colegiado, añade el comunicado, se dará un nuevo impulso a los trabajos en pleno y salas, “y se ratifica el propósito de tener una mayor cercanía de la institución con la sociedad y la prestación de un mejor servicio de justicia”.
Los nuevos ministros aún no son recibidos oficialmente por sus pares, y ya tomaron sus primeras resoluciones.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas, la decisión de Aguilar los tomó por sorpresa, ya que si bien los secretarios de estudio y cuenta (proyectistas) son los colaboradores más cercanos de los ministros –cada uno cuenta con 10, que elaboran los proyectos de resolución–, el hecho de haber despedido a todos, sin siquiera darles tiempo de exponer sus capacidades, no fue bien recibido por los otros ministros.
Algunos de los secretarios despedidos buscaron entrevistarse con otros ministros para ver si los contratan, con la esperanza de que algún secretario deje su lugar por haber concursado y ganado el cargo de juez o magistrado de circuito.
Aguilar fue consejero de la Judicatura Federal los pasados cinco años –terminó su encargo el pasado 30 de noviembre– y llevó a su equipo a la Corte.
En cambio, Zaldívar, quien además de ser profesor de la Escuela Libre de Derecho es abogado litigante, optó por quedarse con la mayoría de secretarios que tenía Góngora Pimentel, lo cual generó muy buena impresión en la Suprema Corte.
Zaldívar solicitó integrarse a la primera sala y, de acuerdo con fuentes consultadas, ya expresó a los ministros que serán sus compañeros, Olga Sánchez Cordero, Juan N. Silva Meza, José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío, que está “ansioso” por abordar los temas que tienen que ver con derechos humanos, justicia para menores y protección de garantías de mujeres y niños.
Aguilar fue magistrado administrativo durante toda su carrera judicial y seguirá tratando prácticamente los mismos temas en la segunda sala, la cual integrará con Fernando Franco, Margarita Luna Ramos, Sergio Aguirre y Sergio Valls.
Jesús Aranda, La Jornada, 4 de diciembre.
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