La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y la Comisión Federal de Competencia (CFC) han faltado a sus funciones al propiciar que se formen monopolios regionales de televisión de paga, acusó el director de Redes de Información y Entretenimiento, Rodrigo Sarmiento, quien dijo que en lo que va del año la empresa ha perdido 8 millones de dólares y despidió a 120 personas ante la imposibilidad de operar.
Sarmiento explicó que la empresa radicada en Saltillo enfrenta el monopolio ejercido por una compañía de televisión por cable, que tendió una “red pirata” a costa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Por ello, las demás cableras interesadas en operar en Saltillo, Acuña y Sabinas, entre otras localidades de Coahuila, no pueden hacerlo. Esto equivale a tener espectro ocioso, lo cual va en contra de los intereses de las televisoras y del Estado mexicano, que debe procurar el adecuado aprovechamiento del espectro radioeléctrico por tratarse de un bien de la nación.
En ese sentido, Rodrigo Sarmiento explicó que en Coahuila las empresas de televisión por cable padecen por las irregularidades en las que incurren los proveedores de servicios, así como por omisiones de la autoridad.
Detalló que a pesar de que la CFC, que encabeza Eduardo Pérez Motta, ha sido tajante en cuanto a que los proveedores de servicios y contenidos no deben condicionar ni discriminar su entrega, “en Coahuila lo hacen, nos quieren vender lo que quieren al precio que quieren, y en la CFC ni nos toman la llamada y mucho menos han intervenido”.
De igual forma, dijo, ocurre con la Cofetel, que encabeza Héctor Osuna, “donde se han conducido con profunda opacidad y muy cargado hacia algunos intereses”, ya que como órgano regulador no atiende las quejas ni necesidades de los participantes en el sector.
Prueba de ello, dijo, es que en el último año se descubrió que en Coahuila, en especial en Saltillo, una empresa tendió una “red pirata” para ofrecer el servicio de televisión por cable a expensas de la infraestructura de la CFE. Cuando la empresa que encabeza Sarmiento solicitó el servicio para entrar al mercado de televisión por cable en Saltillo, en la CFE le dijeron que tenían ocupada la infraestructura por “un desconocido”, de tal forma que habría que hacer un peritaje.
El peritaje corrió a cuenta de Red de Información y Entretenimiento, y de ahí resultó que la empresa con la red pirata es RCG. Sin embargo, a la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) la averiguación hecha por la empresa le pareció insuficiente para actuar y dijo que necesitaba un peritaje de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En respuesta a la negligencia de la Cofetel, de la CFC y otras autoridades, dijo Rodrigo Sarmiento, se presentará una denuncia formal ante la Secretaría de la Función Pública y las instancias que considere necesarias, a fin de terminar con el monopolio regional al que se enfrentan las cableras de Coahuila, y las irregularidades de regulación en telecomunicaciones que ahí ocurren.
Sarmiento explicó que la empresa radicada en Saltillo enfrenta el monopolio ejercido por una compañía de televisión por cable, que tendió una “red pirata” a costa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Por ello, las demás cableras interesadas en operar en Saltillo, Acuña y Sabinas, entre otras localidades de Coahuila, no pueden hacerlo. Esto equivale a tener espectro ocioso, lo cual va en contra de los intereses de las televisoras y del Estado mexicano, que debe procurar el adecuado aprovechamiento del espectro radioeléctrico por tratarse de un bien de la nación.
En ese sentido, Rodrigo Sarmiento explicó que en Coahuila las empresas de televisión por cable padecen por las irregularidades en las que incurren los proveedores de servicios, así como por omisiones de la autoridad.
Detalló que a pesar de que la CFC, que encabeza Eduardo Pérez Motta, ha sido tajante en cuanto a que los proveedores de servicios y contenidos no deben condicionar ni discriminar su entrega, “en Coahuila lo hacen, nos quieren vender lo que quieren al precio que quieren, y en la CFC ni nos toman la llamada y mucho menos han intervenido”.
De igual forma, dijo, ocurre con la Cofetel, que encabeza Héctor Osuna, “donde se han conducido con profunda opacidad y muy cargado hacia algunos intereses”, ya que como órgano regulador no atiende las quejas ni necesidades de los participantes en el sector.
Prueba de ello, dijo, es que en el último año se descubrió que en Coahuila, en especial en Saltillo, una empresa tendió una “red pirata” para ofrecer el servicio de televisión por cable a expensas de la infraestructura de la CFE. Cuando la empresa que encabeza Sarmiento solicitó el servicio para entrar al mercado de televisión por cable en Saltillo, en la CFE le dijeron que tenían ocupada la infraestructura por “un desconocido”, de tal forma que habría que hacer un peritaje.
El peritaje corrió a cuenta de Red de Información y Entretenimiento, y de ahí resultó que la empresa con la red pirata es RCG. Sin embargo, a la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) la averiguación hecha por la empresa le pareció insuficiente para actuar y dijo que necesitaba un peritaje de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En respuesta a la negligencia de la Cofetel, de la CFC y otras autoridades, dijo Rodrigo Sarmiento, se presentará una denuncia formal ante la Secretaría de la Función Pública y las instancias que considere necesarias, a fin de terminar con el monopolio regional al que se enfrentan las cableras de Coahuila, y las irregularidades de regulación en telecomunicaciones que ahí ocurren.
Miriam Posada García, La Jornada, 4 de diciembre.
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