La Cámara de Diputados aprobó en lo general, con 390 votos a favor, 69 en contra y 3 abstenciones, a las 23:29 horas, con alrededor de 100 modificaciones contenidas en un documento de alcance o adéndum, que garantiza que la evaluación de los maestros del país “no será punitiva”.
Aseguró lo anterior el presidente de la Comisión de Educación en San Lázaro, Jorge de la Vega Membrillo del PRD, al fundamentar ante el pleno el dictamen que, sin embargo, se abstuvo de firmar el pasado 19 de agosto.
Aclaró que la ley deja a salvo los derechos laborales de los maestros e incorpora algunas de las principales propuestas del magisterio disidente y del propio SNTE.
Con el aval a esta ley quedó completa la reforma educativa propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, la cual incluye reformas a la legislación general en materia de educación, la creación del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, y esta, la ley del Servicio Profesional Docente.
Permanece en el texto el artículo 78 que señala expresamente que “las personas que desempeñen un empleo, cargo o comisión no educativa, deberán separarse del Servicio Profesional Docente sin goce de sueldo” mientras dure esa tarea.
También reserva al personal que sea separado de su encargo con motivo de la aplicación de la propia legislación, la posibilidad de presentar la impugnación respectiva ante los órganos jurisdiccionales competentes en materia laboral.
Las bancadas de izquierda presentaron reservas a 17 artículos de la nueva ley para su discusión en lo particular.
La inminente aprobación del dictamen se vio precedida de una nueva marcha del magisterio a la sede de la Cámara baja, y del rechazo mayoritario de cuatro mociones suspensivas de la izquierda, una de las cuales, a cargo del perredista Carol Altamirano, advirtió que “esta ley va a terminar en el Poder Judicial porque es anticonstitucional”.
De manera sorpresiva, el nuevo presidente de la Cámara baja, el panista Ricardo Anaya, citó a la primera sesión ordinaria del órgano legislativo, luego de recibir horas antes el Primer Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, de manos del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
La reacción fue inmediata por parte de algunos diputados del PRD y de la bancada de Movimiento Ciudadano, quienes calificaron de “albazo” la decisión del PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza, y amenazaron con “tomar” la tribuna a fin de impedir la votación del dictamen.
Cabe destacar que desde su aprobación en la Comisión de Educación el dictamen no contó con las firmas de los legisladores del PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
El agregado que se discutía hasta el cierre de esta edición propone el fortalecimiento del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), al facultarlo para expedir los lineamientos a que deberán sujetarse las autoridades educativas precisamente en materia de evaluación a los maestros.
De igual forma, se concedió al INEE expedir los parámetros e indicadores para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia de los maestros, lo que significa que dicho Instituto deberá autorizar y supervisar los procesos de evaluación y emisión de resultados en el servicio magisterial.
Dicho instituto deberá también aprobar los elementos, métodos, etapas e instrumentos para llevar a cabo la evaluación a los docentes
El jefe de la diputación perredista, Silvano Aureoles, junto con su vicecoordinador Miguel Alonso Raya y otros de sus correligionarios, ofreció una conferencia en la que aseguró que el adéndum al dictamen “contiene el 90 por ciento de las demandas planteadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación”.
Aseguró lo anterior el presidente de la Comisión de Educación en San Lázaro, Jorge de la Vega Membrillo del PRD, al fundamentar ante el pleno el dictamen que, sin embargo, se abstuvo de firmar el pasado 19 de agosto.
Aclaró que la ley deja a salvo los derechos laborales de los maestros e incorpora algunas de las principales propuestas del magisterio disidente y del propio SNTE.
Con el aval a esta ley quedó completa la reforma educativa propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, la cual incluye reformas a la legislación general en materia de educación, la creación del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, y esta, la ley del Servicio Profesional Docente.
Permanece en el texto el artículo 78 que señala expresamente que “las personas que desempeñen un empleo, cargo o comisión no educativa, deberán separarse del Servicio Profesional Docente sin goce de sueldo” mientras dure esa tarea.
También reserva al personal que sea separado de su encargo con motivo de la aplicación de la propia legislación, la posibilidad de presentar la impugnación respectiva ante los órganos jurisdiccionales competentes en materia laboral.
Las bancadas de izquierda presentaron reservas a 17 artículos de la nueva ley para su discusión en lo particular.
La inminente aprobación del dictamen se vio precedida de una nueva marcha del magisterio a la sede de la Cámara baja, y del rechazo mayoritario de cuatro mociones suspensivas de la izquierda, una de las cuales, a cargo del perredista Carol Altamirano, advirtió que “esta ley va a terminar en el Poder Judicial porque es anticonstitucional”.
De manera sorpresiva, el nuevo presidente de la Cámara baja, el panista Ricardo Anaya, citó a la primera sesión ordinaria del órgano legislativo, luego de recibir horas antes el Primer Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, de manos del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
La reacción fue inmediata por parte de algunos diputados del PRD y de la bancada de Movimiento Ciudadano, quienes calificaron de “albazo” la decisión del PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza, y amenazaron con “tomar” la tribuna a fin de impedir la votación del dictamen.
Cabe destacar que desde su aprobación en la Comisión de Educación el dictamen no contó con las firmas de los legisladores del PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
El agregado que se discutía hasta el cierre de esta edición propone el fortalecimiento del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), al facultarlo para expedir los lineamientos a que deberán sujetarse las autoridades educativas precisamente en materia de evaluación a los maestros.
De igual forma, se concedió al INEE expedir los parámetros e indicadores para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia de los maestros, lo que significa que dicho Instituto deberá autorizar y supervisar los procesos de evaluación y emisión de resultados en el servicio magisterial.
Dicho instituto deberá también aprobar los elementos, métodos, etapas e instrumentos para llevar a cabo la evaluación a los docentes
El jefe de la diputación perredista, Silvano Aureoles, junto con su vicecoordinador Miguel Alonso Raya y otros de sus correligionarios, ofreció una conferencia en la que aseguró que el adéndum al dictamen “contiene el 90 por ciento de las demandas planteadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación”.
Datos
El antaño “Día del Presidente” dio paso a la actividad legislativa
El informe presidencial, antaño considerado “Día del Presidente” terminó de despojarse de ese oropel y dio paso a una normalidad en el Congreso de la Unión, que ayer lució sin la presencia de los líderes partidistas, empresariales, religiosos que en otros años se daban cita en ese lugar para escuchar de viva voz, el estado que guardaba la nación en voz del presidente de la República.
El barullo y la efervescencia en San Lázaro la pusieron los maestros de la CNTE, quienes contrario a la semana pasada no lograron impedir el acceso a los diputados y senadores que sonrientes, entre abrazos y saludos arrancaron el periodo ordinario de sesiones donde se perfila la discusión de las grandes reformas como la energética y hacendaria para los próximos 100 días.
Afuera, los maestros de la CNTE gritaban arengas contra los diputados y senadores.
Adentro no era distinto. Los abucheos y burlas, entre las diferentes bancadas hicieron acto de presencia, sobre todo contra el coordinador del Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal y el líder del PAN en San Lázaro , Luis Alberto Villarreal, uno “por incendiario” y el otro por las duras críticas al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
El presidente de la Cámara de Diputados, el panista Ricardo Anaya llamaba al orden, sobre todo a la bancada del PRI que abucheaba a los críticos del gobierno de Peña Nieto.
El coordinador de los senadores priistas, Manlio Fabio Beltrones y el de los diputados, Emilio Gamboa solo observaban e intercambiaban opiniones.
Alberto Anaya, el antiquísimo líder del PT, abrazaba a Manuel Bartlett por su discurso en defensa de la supuesta privatización de Pemex.
Ricardo Monreal también felicitó a Bartlett, quien se dejaba arropar ante los abucheos de sus ex correligionarios del PRI.
Las arengas de los maestros apenas se escuchaban desde el exterior, pero se incrementaron cuando les informaron que los rumores que circulaban desde la mañana se harían realidad: esta misma noche se aprobaría la Ley General de Servicio Profesional Docente (LGSPD).
La tensión subió y las amenazas de escalar las movilizaciones, pero ni ello logró impedir que los diputados discutieran esa ley, cuyo dictamen inauguró la primera sesión de este periodo anoche mismo, tan pronto terminaron los posicionamientos de los partidos sobre el Primer Informe de Gobierno.
El informe presidencial, antaño considerado “Día del Presidente” terminó de despojarse de ese oropel y dio paso a una normalidad en el Congreso de la Unión, que ayer lució sin la presencia de los líderes partidistas, empresariales, religiosos que en otros años se daban cita en ese lugar para escuchar de viva voz, el estado que guardaba la nación en voz del presidente de la República.
El barullo y la efervescencia en San Lázaro la pusieron los maestros de la CNTE, quienes contrario a la semana pasada no lograron impedir el acceso a los diputados y senadores que sonrientes, entre abrazos y saludos arrancaron el periodo ordinario de sesiones donde se perfila la discusión de las grandes reformas como la energética y hacendaria para los próximos 100 días.
Afuera, los maestros de la CNTE gritaban arengas contra los diputados y senadores.
Adentro no era distinto. Los abucheos y burlas, entre las diferentes bancadas hicieron acto de presencia, sobre todo contra el coordinador del Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal y el líder del PAN en San Lázaro , Luis Alberto Villarreal, uno “por incendiario” y el otro por las duras críticas al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
El presidente de la Cámara de Diputados, el panista Ricardo Anaya llamaba al orden, sobre todo a la bancada del PRI que abucheaba a los críticos del gobierno de Peña Nieto.
El coordinador de los senadores priistas, Manlio Fabio Beltrones y el de los diputados, Emilio Gamboa solo observaban e intercambiaban opiniones.
Alberto Anaya, el antiquísimo líder del PT, abrazaba a Manuel Bartlett por su discurso en defensa de la supuesta privatización de Pemex.
Ricardo Monreal también felicitó a Bartlett, quien se dejaba arropar ante los abucheos de sus ex correligionarios del PRI.
Las arengas de los maestros apenas se escuchaban desde el exterior, pero se incrementaron cuando les informaron que los rumores que circulaban desde la mañana se harían realidad: esta misma noche se aprobaría la Ley General de Servicio Profesional Docente (LGSPD).
La tensión subió y las amenazas de escalar las movilizaciones, pero ni ello logró impedir que los diputados discutieran esa ley, cuyo dictamen inauguró la primera sesión de este periodo anoche mismo, tan pronto terminaron los posicionamientos de los partidos sobre el Primer Informe de Gobierno.
Luciano Franco, La Crónica, 2 de septiembre.
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