Convoca Obama ofensiva migratoria

WASHINGTON.- Con la mira puesta en 2012, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, relanzó ayer su ofensiva por una reforma migratoria y convocó a la población a presionar al Congreso para conseguirla.

En lo que analistas ven como un cortejo electoral a los votantes hispanos con miras a su reelección en 2012, Obama pidió ayer en El Paso, Texas, -en su primera visita a la frontera con México en dos años de mandato- impulsar la reforma migratoria en el Capitolio a pesar de que los republicanos han dicho que ésta no pasará si antes no se refuerza la seguridad fronteriza.

"Este cambio tiene que ser conducido por ustedes", dijo Obama ante un público mayoritariamente hispano.

"Les pido que añadan sus voces a este debate. Necesitamos que Washington sepa que hay un movimiento a favor de la reforma que gana fuerza de costa a costa. Así lo lograremos", aseguró.

Considerado uno de los temas claves para los votantes hispanos, Obama recordó que su Administración ha tomado medidas sin precedentes en cuanto a la seguridad en la frontera, aunque, dijo, éstas nunca serán suficientes para la Oposición, que controla la Cámara de Representantes.

"(Los republicanos) dirán que necesitamos tres o cuatro veces más personal de la Patrulla Fronteriza. Dirán que necesitamos una barda más alta", dijo el Mandatario en un discurso en el Monumento Nacional de El Chamizal.

"Tal vez quieran un foso. Tal vez quieran cocodrilos en ese foso", añadió en tono de broma.

Para algunos analistas el llamado de Obama tiene ya un tinte electoral.

"Pienso que a (Obama) le gustaría hacer algo o, al menos, hacer parecer que está haciendo algo antes de la próxima elección porque a él básicamente le gustaría que los latinos permanezcan del lado demócrata y salgan a votar. Porque, si no salen a votar (...) podría causarles problemas", aseguró Leo Chávez, profesor de estudios latinos de la Universidad de California en Irvine.

Según datos de la última elección presidencial de 2008, Obama obtuvo 67 por ciento de los votos hispanos, en parte gracias a su promesa de lograr una reforma migratoria, lo que no logró ni con la mayoría que los demócratas tenían en ambas cámaras en 2009 y 2010.

En su discurso de ayer, Obama insistió en el valor estratégico que tiene la reforma para el progreso económico de Estados Unidos, lo que, sin embargo, fue rechazado por los republicanos.

"El Presidente está en lo correcto: somos una nación de inmigrantes. Pero somos una nación de inmigrantes legales", advirtió Lamar Smith, presidente del comité judicial de la Cámara baja, por el que debe de transitar la reforma.

Pero más que la Oposición, el discurso de Obama tenía como destinatario a un creciente número de hispanos insatisfechos con su Gobierno, el cual ha deportado un número récord de indocumentados.

"No lograremos que una iniciativa sea avalada por los republicanos antes del día de la elección de 2012, y aún así centenares de miles de inmigrantes serán deportados", dijo ayer el congresista demócrata Luis Gutiérrez, uno de los más fuertes promotores de la reforma migratoria.




José Díaz Briseño corresponsal, Reforma, 11 de mayo.