BRASILIA (Agencias).— El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió el viernes a su par de Estados Unidos, Barack Obama, que se reúna con los mandatarios de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) para aclarar el acuerdo sobre la utilización de bases militares en Colombia.
Según informó en Brasilia el canciller brasileño Celso Amorim, el uso en las bases militares en Colombia y la situación política en Honduras tras el derrocamiento del presidente constitucional Manuel Zelaya fueron los temas centrales de la charla telefónica que sostuvo este viernes Lula con Obama.
Amorim dijo que el presidente brasileño reiteró a Obama que el acuerdo en negociación con Colombia genera “sensibilidades en la región, grandes” y que la preocupación no está limitada a “uno u otro país” , sino que “es una sensibilidad nuestra también, debido a la proximidad de la Amazonia”.
En este sentido, Lula insistió en la necesidad de que el acuerdo entre Washington y Bogotá incluya “garantías jurídicas” de que la actividad de las bases militares esté limitada al territorio colombiano. Al mismo tiempo, pidió que Obama proponga una reunión con la Unasur para disipar las dudas pendientes sobre el acuerdo. “A raíz de la sensibilidad mayor en algunos países, sería útil que hubiese una reunión de Obama con la Unasur”, dijo Amorim.
Según el canciller brasileño, Obama agradeció la sugerencia de Lula y prometió debatir con sus asesores la posibilidad de realizar un encuentro.
Además, prometió enviar un emisario a Brasil para “profundizar” las explicaciones sobre el acuerdo con Colombia. En cuanto a la situación de Honduras, Lula insistió a su homólogo estadounidenses que se debe aumentar la presión por el regreso al poder del derrocado presidente hondureño.
Obama, a su vez, propuso que Brasil y Estados Unidos vuelvan a evaluar la situación de Honduras después de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que visitará el país centroamericano en los próximos días, agregó Amorim.
Zelaya fue recibido el pasado 12 de agosto en Brasilia por Lula, quien en ese encuentro se comprometió a abogar ante Obama para que Estados Unidos, que tiene fuerte influencia económica y política en Honduras, ejerza una presión mayor contra el gobierno golpista de Roberto Micheletti. La OEA tratará el lunes de impulsar sus gestiones en Honduras con el envío de una misión de cancilleres, que, de no sufrir nuevos retrasos, intentará convencer al gobierno de facto de que acepte el Acuerdo de San José.
La misión estará compuesta por el secretario de Estado de Canadá para Asuntos Exteriores en el continente americano, Peter Kent; y los cancilleres de Argentina, Jorge Taiana; Costa Rica, Bruno Stagno; Jamaica, Kenneth Baugh; México, Patricia Espinosa; República Dominicana, Carlos Morales Troncoso, y Panamá, Juan Carlos Varela.
La OEA informó que España a expulsó al embajador de Honduras en Madrid, José Eduardo Martell, por su adhesión al gobierno de facto.
Al cierre de la edición, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó haber confirmado “la existencia de un patrón de uso desproporcionado de la Fuerza Pública, detenciones arbitrarias y control de la información dirigido a limitar la participación política de un sector de la ciudadanía” en la crisis que vive Honduras.
Según informó en Brasilia el canciller brasileño Celso Amorim, el uso en las bases militares en Colombia y la situación política en Honduras tras el derrocamiento del presidente constitucional Manuel Zelaya fueron los temas centrales de la charla telefónica que sostuvo este viernes Lula con Obama.
Amorim dijo que el presidente brasileño reiteró a Obama que el acuerdo en negociación con Colombia genera “sensibilidades en la región, grandes” y que la preocupación no está limitada a “uno u otro país” , sino que “es una sensibilidad nuestra también, debido a la proximidad de la Amazonia”.
En este sentido, Lula insistió en la necesidad de que el acuerdo entre Washington y Bogotá incluya “garantías jurídicas” de que la actividad de las bases militares esté limitada al territorio colombiano. Al mismo tiempo, pidió que Obama proponga una reunión con la Unasur para disipar las dudas pendientes sobre el acuerdo. “A raíz de la sensibilidad mayor en algunos países, sería útil que hubiese una reunión de Obama con la Unasur”, dijo Amorim.
Según el canciller brasileño, Obama agradeció la sugerencia de Lula y prometió debatir con sus asesores la posibilidad de realizar un encuentro.
Además, prometió enviar un emisario a Brasil para “profundizar” las explicaciones sobre el acuerdo con Colombia. En cuanto a la situación de Honduras, Lula insistió a su homólogo estadounidenses que se debe aumentar la presión por el regreso al poder del derrocado presidente hondureño.
Obama, a su vez, propuso que Brasil y Estados Unidos vuelvan a evaluar la situación de Honduras después de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que visitará el país centroamericano en los próximos días, agregó Amorim.
Zelaya fue recibido el pasado 12 de agosto en Brasilia por Lula, quien en ese encuentro se comprometió a abogar ante Obama para que Estados Unidos, que tiene fuerte influencia económica y política en Honduras, ejerza una presión mayor contra el gobierno golpista de Roberto Micheletti. La OEA tratará el lunes de impulsar sus gestiones en Honduras con el envío de una misión de cancilleres, que, de no sufrir nuevos retrasos, intentará convencer al gobierno de facto de que acepte el Acuerdo de San José.
La misión estará compuesta por el secretario de Estado de Canadá para Asuntos Exteriores en el continente americano, Peter Kent; y los cancilleres de Argentina, Jorge Taiana; Costa Rica, Bruno Stagno; Jamaica, Kenneth Baugh; México, Patricia Espinosa; República Dominicana, Carlos Morales Troncoso, y Panamá, Juan Carlos Varela.
La OEA informó que España a expulsó al embajador de Honduras en Madrid, José Eduardo Martell, por su adhesión al gobierno de facto.
Al cierre de la edición, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó haber confirmado “la existencia de un patrón de uso desproporcionado de la Fuerza Pública, detenciones arbitrarias y control de la información dirigido a limitar la participación política de un sector de la ciudadanía” en la crisis que vive Honduras.
El Universal, 22 de agosto.
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