Promulga Calderón la ley antimonopolios; ya puede la CFC perseguir y sancionar prácticas de acaparamiento

El presidente Felipe Calderón promulgó ayer la llamada ley antimonopolio, o sea, el decreto por el cual se reforman, adicionan y derogan disposiciones de la Ley de Competencia Económica y el Código Fiscal de la Federación, cambios que —dijo el mandatario— fortalecen la política de competencia económica en el país.

“Se trata de un cambio verdaderamente de fondo, que tiene el claro objetivo de fortalecer la libertad económica y la competencia en el país; y, en consecuencia, poner a los consumidores como la prioridad en la regulación gubernamental”, dijo además el jefe del Ejecutivo.

Productividad. “Es una reforma que va a dar un impulso a la productividad, a la competitividad de nuestra economía, pues permitirá promover la inversión, el empleo y, en consecuencia, elevar el bienestar de los mexicanos”, añadió.

En la residencia de Los Pinos, explicó que las nuevas disposiciones se basan en tres ejes fundamentales, el primero otorga mayores facultades a la Comisión Federal de Competencia (CFC) para perseguir y sancionar prácticas monopólicas y con ello dar respuesta contundente a una de las mayores deficiencias que tenía la ley.

“Antes no tenía capacidad eficaz para hacer valer sus sanciones, es decir, no tenía dientes, y ese problema ha quedado resuelto”, dijo.

Sanciones. Con esto se establece un régimen de sanciones con base en los ingresos del infractor y multas hasta por el doble, en caso de reincidencia.

También se reforma el Código Penal Federal para castigar prácticas monopólicas absolutas y podrá suspender las prácticas que se presuman anti competitivas para evitar daños irreversibles a la competencia, por lo cual podrá realizar visitas sorpresa y, de ser necesario, hacer uso de la fuerza pública.

“Además, la nueva ley moderniza el marco legal para detectar ese tipo de prácticas que se escondan en mecanismos sofisticados, pero que no por eso son menos dañinos”, agregó el mandatario.

El segundo eje tendrá como fin facilitar el cumplimiento de la legislación de competencia para que la CFC ejerza su labor con mayor eficiencia; la nueva ley disminuye la carga administrativa del organismo.

“Esto se logrará mediante la simplificación del régimen de notificaciones y reducción de litigios innecesarios”, expresó.

Eficacia. El tercero fortalece la eficacia y eficiencia y transparencia de la CFC; por ejemplo, permite que las empresas investigadas puedan presentar al pleno de la Comisión sus argumentos de forma oral.

Con estas reformas dijo que se tiene el objetivo de fortalecer la libertad económica y la competencia del país para poner a los consumidores como la prioridad.

“Con esto se impulsará la productividad, competitividad de la economía, se promoverá la inversión, empleo y se elevará el nivel de bienestar de la sociedad”, señaló el jefe del ejecutivo.

Y reconoció. “el trabajo muy responsable, de verdadera altura de miras” tuvo lugar en el Congreso, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, y permitió que este tema fuera deliberado a fondo, analizado, discutido y, finalmente, votado”.

Ésta es una reforma clave para la vida económica del país. La competencia es la base de nuestro sistema económico. Es una condición indispensable para que las empresas puedan ofrecer productos y servicios a mejores precios y con mayor calidad, en beneficio de los consumidores.



La Crónica, 10 de mayo.

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