La estrecha coordinación de los ejércitos de Estados Unidos y México, así como patrullajes aéreos en la frontera de ambos países se requieren para asegurar el éxito de la estrategia contra el narcotráfico, indican las propuestas que en materia de lucha contra el tráfico de estupefacientes presentó al gobierno de Barack Obama la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés) del Congreso de EU.
Sin embargo, la propuesta de la GAO precisa que antes de completar e instaurar el plan con la estrategia antinarcóticos, el nuevo gobierno de Barack Obama deberá coordinarse con oficiales mexicanos para asegurar la colaboración de México.
“Nosotros recomendamos que el director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas, por ser la agencia que encabeza la política estadounidense de drogas, se coordine con los oficiales mexicanos apropiados antes de completar e implementar la estrategia contra el narcotráfico en la frontera suroeste a fin de planificar y coordinar aspectos previos a la emisión de la estrategia”, señaló en entrevista Jess Ford, director de Relaciones Internacionales y Comercio de la GAO.
La Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas indica que “para tener éxito, la estrategia requiere de una extensiva cooperación entre los dos países, particularmente con respecto a: 1) promover una gran cooperación y coordinación entre el Departamento de Defensa y los servicios militares mexicanos, 2) estar de acuerdo en un tratado bilateral marítimo de cooperación y 3) resolver los asuntos de status de personal para permitir patrullajes aéreos en la frontera Estados Unidos-Mexico”, explicó.
En su propuesta la GAO destaca como reto de largo plazo para Estados Unidos en México los “relativamente pequeños programas” en materia de combate al narcotráfico, y que los grupos de narcotraficantes representan un continuo riesgo para la seguridad del país.
Durante sus investigaciones la GAO encontró ejemplos de programas que han tenido éxitos limitados de asistencia de combate al narcotráfico por parte de Estados Unidos a México.
“La asistencia de Estados Unidos era proporcionada principalmente a personal de fuerzas de seguridad a nivel federal. Sin embargo, como lo indica nuestro reporte, la mayoría del personal de seguridad en México son oficiales estatales y locales. Relativamente poca asistencia de Estados Unidos es canalizada para permitir a estos oficiales enfrentar mejor los retos que implican las organizaciones mexicanas de narcotráfico, las cuales de acuerdo con todas las indicaciones, han aumentado”, detalló Ford.
Con base en información de las agencias que componen la comunidad gubernamental de combate al narcotráfico en Estados Unidos, “la mayoría de la cocaína destinada a ese país proviene de México, y México es uno de los mayores proveedores de heroína, así como la principal fuente externa de mariguana y metanfetaminas”, señaló Ford en su comparecencia ante el Congreso estadounidense al hablar sobre el tema.
Tras cada elección presidencial la GAO ha servido como fuente para asistir al Congreso y al nuevo Presidente así como su administración produciendo reportes y resúmenes que identifican los mayores temas de la nación, riesgos y retos, incluyendo temas clave y propuestas para el gobierno federal, señaló Ford.
Cabe indicar que la Oficina de responsabilidad Gubernamental es una agencia no partidista del Congreso de Estados Unidos que realiza investigaciones para los legisladores.
Sin embargo, la propuesta de la GAO precisa que antes de completar e instaurar el plan con la estrategia antinarcóticos, el nuevo gobierno de Barack Obama deberá coordinarse con oficiales mexicanos para asegurar la colaboración de México.
“Nosotros recomendamos que el director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas, por ser la agencia que encabeza la política estadounidense de drogas, se coordine con los oficiales mexicanos apropiados antes de completar e implementar la estrategia contra el narcotráfico en la frontera suroeste a fin de planificar y coordinar aspectos previos a la emisión de la estrategia”, señaló en entrevista Jess Ford, director de Relaciones Internacionales y Comercio de la GAO.
La Oficina Nacional de Políticas de Control de Drogas indica que “para tener éxito, la estrategia requiere de una extensiva cooperación entre los dos países, particularmente con respecto a: 1) promover una gran cooperación y coordinación entre el Departamento de Defensa y los servicios militares mexicanos, 2) estar de acuerdo en un tratado bilateral marítimo de cooperación y 3) resolver los asuntos de status de personal para permitir patrullajes aéreos en la frontera Estados Unidos-Mexico”, explicó.
En su propuesta la GAO destaca como reto de largo plazo para Estados Unidos en México los “relativamente pequeños programas” en materia de combate al narcotráfico, y que los grupos de narcotraficantes representan un continuo riesgo para la seguridad del país.
Durante sus investigaciones la GAO encontró ejemplos de programas que han tenido éxitos limitados de asistencia de combate al narcotráfico por parte de Estados Unidos a México.
“La asistencia de Estados Unidos era proporcionada principalmente a personal de fuerzas de seguridad a nivel federal. Sin embargo, como lo indica nuestro reporte, la mayoría del personal de seguridad en México son oficiales estatales y locales. Relativamente poca asistencia de Estados Unidos es canalizada para permitir a estos oficiales enfrentar mejor los retos que implican las organizaciones mexicanas de narcotráfico, las cuales de acuerdo con todas las indicaciones, han aumentado”, detalló Ford.
Con base en información de las agencias que componen la comunidad gubernamental de combate al narcotráfico en Estados Unidos, “la mayoría de la cocaína destinada a ese país proviene de México, y México es uno de los mayores proveedores de heroína, así como la principal fuente externa de mariguana y metanfetaminas”, señaló Ford en su comparecencia ante el Congreso estadounidense al hablar sobre el tema.
Tras cada elección presidencial la GAO ha servido como fuente para asistir al Congreso y al nuevo Presidente así como su administración produciendo reportes y resúmenes que identifican los mayores temas de la nación, riesgos y retos, incluyendo temas clave y propuestas para el gobierno federal, señaló Ford.
Cabe indicar que la Oficina de responsabilidad Gubernamental es una agencia no partidista del Congreso de Estados Unidos que realiza investigaciones para los legisladores.
Doris Gómora, El Universal, 1 de diciembre.
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