Deja derrota y división

Luego de año y medio al frente de la dirigencia, Germán Martínez deja al Partido Acción Nacional derrotado y dividido.

Los resultados obtenidos el domingo representan una de las derrotas más estrepitosas del blanquiazul, peor a la sufrida por Luis Felipe Bravo Mena en los comicios de 2003.

El PAN no contará con la fracción fuerte que requiere Calderón para el cierre de su sexenio. Por lo contrario, según cálculos panistas, el partido pasará de tener 153 distritos de mayoría ganados en 2006 a 71, lo que no le permite obtener un tercio de diputados y, por lo tanto, lo deja en la imposibilidad de vetar el Presupuesto, presentar acciones de inconstitucionalidad o ratificar las iniciativas presidenciales.

La pérdida de las gubernaturas de Querétaro y San Luis Potosí, así como las derrotas en Colima, Campeche y Nuevo León, dejan también al PAN fuertemente debilitado para enfrentar la renovación de diez gobiernos estatales el próximo año.

La derrota generalizada es la culminación de un proceso electoral ríspido en el que Martínez no sólo desgastó las relaciones con otras fuerzas políticas, sino también en el interior de su partido.

Una de sus decisiones más cuestionadas por liderazgos panistas fue la estrategia de designar más de 70 por ciento de los candidatos a puestos de elección popular.

Las inconformidades afloraron en el proceso interno para elegir al candidato a la gubernatura de San Luis Potosí, cuando Eugenio Govea -quien recientemente renunció a su militancia- denunció un fraude de la dirigencia nacional para favorecer al senador con licencia Alejandro Zapata Perogordo.

Las divisiones se manifestaron también en Nuevo León, donde el hasta ayer líder blanquiazul impuso como candidato "de unidad" a gobernador a Fernando Elizondo, luego de pedir a Adalberto Madero, Alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal y Fernando Margáin abandonar sus aspiraciones.

En Querétaro y Colima, la elección de los candidatos Manuel González Valle y de Martha Sosa, no logró el respaldo de la militancia local.

En el Estado de México, donde se designó directamente a todos los candidato, la decisión de enviar de delegado a Ulises Ramírez provocó divisiones y derivó en la renuncia de panistas como el Alcalde de Tlalnepantla, Marco Antonio Rodríguez.

En el pasado Consejo Nacional del PAN, celebrado el 14 de febrero, el ex consejero Fernando Canales Clariond, el ex senador Javier Corral y el diputado Juan José Rodríguez Prats, entre otros, se inconformaron por el mecanismo de designación.

Con el respaldo de César Nava y el secretario general del partido, Rogelio Carvajal, Martínez enfrió la protesta al prometer revisar las candidaturas una vez concluido el proceso.

Otros liderazgos, especialmente el ex dirigente panista Manuel Espino, cuestionaron a Martínez la sumisión del partido hacia el Gobierno federal y su estrategia de centrar la campaña electoral en el tema de la inseguridad.
Carole Simmonet, Reforma, 7 de julio.

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