BUENOS AIRES.— La muerte de dos indígenas en presuntos enfrentamientos con la policía, que tiñeron de sangre la marcha de las etnias aborígenes hacia la ciudad de Cali, llevaría a sus organizadores a suspenderla para “garantizar la seguridad”.
“Vamos a discutir entre hoy (ayer) y mañana (hoy) si seguimos y ver qué podemos hacer por la seguridad”, dijo Aida Quincue, una de las líderes del movimiento indígena del departamento del Cauca, al suroeste de Bogotá, desde donde el pasado lunes partió la marcha de más de 10 mil personas en reclamo de tierras.
El debate de los organizadores se debe a que el pasado martes dos personas murieron, una de ellas por heridas de bala, presuntamente disparadas por la Policía.
La cadena estadounidense CNN mostró un video donde se ve cómo los efectivos del orden disparan contra la multitud.
Los muertos fueron identificados como Élber Ibito, un indígena oriundo de la región caucana de Toribio y Jesús Antonio Nene, un campesino de la localidad de Corinto, quien presenta una herida de bala en la cabeza.
La policía, a través del general Orlando Paéz, sostiene que las heridas de los muertos “son lesiones de metralla de explosivos tipo “papa”, contradiciendo así la denuncia de los indígenas que hoy deciden si siguen con la protesta.
“Vamos a discutir entre hoy (ayer) y mañana (hoy) si seguimos y ver qué podemos hacer por la seguridad”, dijo Aida Quincue, una de las líderes del movimiento indígena del departamento del Cauca, al suroeste de Bogotá, desde donde el pasado lunes partió la marcha de más de 10 mil personas en reclamo de tierras.
El debate de los organizadores se debe a que el pasado martes dos personas murieron, una de ellas por heridas de bala, presuntamente disparadas por la Policía.
La cadena estadounidense CNN mostró un video donde se ve cómo los efectivos del orden disparan contra la multitud.
Los muertos fueron identificados como Élber Ibito, un indígena oriundo de la región caucana de Toribio y Jesús Antonio Nene, un campesino de la localidad de Corinto, quien presenta una herida de bala en la cabeza.
La policía, a través del general Orlando Paéz, sostiene que las heridas de los muertos “son lesiones de metralla de explosivos tipo “papa”, contradiciendo así la denuncia de los indígenas que hoy deciden si siguen con la protesta.
José Vales corresponsal, El Unviersal, 23 de octubre.
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